Han colgado el cartel de 'No hay billetes', como los buenos toreros en tarde de campanillas. Y no es para menos... La comunidad semanasantera conquense es consciente de que el concierto De la Traición a la Victoria, organizado por la hermandad del Prendimiento como punto de partida a la celebración de su 120 aniversario, no es cualquier cosa. Este recital es una cita ineludible porque 'abre plaza', nada más y nada menos, que la banda de Las Cigarreras bajo la batuta del maestro Toscano. Ya queda menos para el paseíllo...
¿Está Las Cigarreras tan emocionada como la hermandad del Prendimiento por lo que puede pasar en Cuenca el próximo 10 de febrero?
[Risas] Por supuesto, estamos muy ilusionados, deseosos y con muchas ganas... Estamos ensayando dos o tres días a la semana para preparar bien las composiciones que han quedado finalistas en el certamen. Y luego, como bien sabe todo el mundo, habrá una 'cosilla' extra en un concierto en el que esperamos estar a la altura de los conquenses.
¿Cómo calificaría el nivel técnico y artístico de las cinco marchas finalistas y del resto de las que se han presentado al certamen?
Son marchas muy buenas, la verdad. Y es una pena que de tantas composiciones tan buenas tengas que quitarte de en medio prácticamente 30. Las he vuelto a mirar otra vez una vez emitido el fallo y con más de una he pensado que me gustaría tocarla en el concierto, pero claro, trabajamos sobre las cinco finalistas... La calidad de todas, en su conjunto, es buenísima, tanto en armonía como en instrumentación y la verdad es que es una pena que se hayan quedado tantas en el camino.
La primera parte del concierto se centra en las finalistas, pero en la segunda parte, y ya con libertad artística, ¿con qué tienen pensado deleitar a los nazarenos de Cuenca?
En la primera parte, además de las cinco marchas finalistas, también vamos a tocar Prendimiento en honor a la hermandad. Ésta será una parte más conquense, ya que creo que las cinco finalistas podrían tocarse perfectamente en cualquier procesión de la Semana Santa de Cuenca. Después haremos algo más característico nuestro, la segunda parte va a ser más sevillana.
¿Cómo es la diferencia musical entre la Semana de Pasión de Sevilla y la de Cuenca?
Bueno, en realidad aquí también se tocan muchas cosas que se interpretan en Cuenca. En Cuenca las marchas son más pausadas, más melodiosas, y aquí depende de las hermandades con las que vayas, no es lo mismo tocar en Triana, donde la mayoría de marchas son más alegres, que tocar en la nuestra, Cigarreras, que las lleva más fúnebres.
Siendo dos semanas santas notablemente distintas, ¿qué supone para su banda tocar en Cuenca?
La verdad es que vamos con mucha ilusión, y a mí, que ya he tenido la suerte de conocer casi todas las hermandades conquenses –porque los amigos del Prendimiento son tan 'frikis' de su Semana Santa que nos quedaron muy pocas hermandades por ver cuando nos las enseñaron–, me encanta Cuenca. Es verdad que es tan diferente a nuestros pasos y a nuestra idiosincrasia que por eso mismo es bonito de ver, porque no es a lo que estamos habituados. Cuando me contaban todo lo que significa la Semana Santa de Cuenca, porque hay cosas muy impactantes, deseaba que algún día pudiera venir a verla cuando ya me jubile y me dejen tranquilo [risas].
No tenemos por qué hacer efecto llamada, porque ya están todas las entradas vendidas, pero qué le diría a aquellos nazarenos que ya tienen la suya comprada?
Mi mensaje más directo sería que en este concierto vamos a ver Cuenca a través de los ojos de Las Cigarreras. Vamos a disfrutar de Cuenca y va a ser un concierto para toda la ciudad. Queremos que veáis que en nuestra música vamos a reflejar el cariño que se le tiene a Cuenca, porque no es la primera vez que vamos, y porque ya es como nuestra novena provincia.