Durante los últimos años, multitud de colectivos y asociaciones de la provincia se ven en una situación complicada ante la falta de relevo generacional a la hora de encontrar personas que asuman la responsabilidad que conlleva velar y mantener las distintas tradiciones que desde estos grupos hacen en sus respectivas localidades y comarcas. 
Un debate que está muy presente actualmente en la provincia, y que jóvenes como el protagonista de esta entrevista se proponen cambiar. Álvaro de los Ríos Yunta es una de estas personas que se pusieron desde hace varios años manos a la obra para contribuir en el desarrollo cultural y social de su municipio. Como buen taranconero de pro que es, llegó al mundo un 7 de septiembre del año 2000 y desde siempre estuvo «muy metido» en las distintas costumbres de Tarancón gracias al vínculo que estableció con familiares y amigos.

«Mi entorno siempre me hizo amamantar desde pequeño el sentimiento por contribuir en las distintas tradiciones del pueblo», señala De los Ríos, que actualmente forma parte de varios grupos como la charanga El Copón Sostenido, cuya contribución a la cultura popular del municipio se consolida en distintos actos como los centrados en amenizar las fiestas patronales; el grupo musical de Los Ansares, conocido por su implicación en las actuaciones del mañaneo en el Casino Nuevo durante la fiesta de los años 60; así como diversas actividades espaciadas durante todo el año que, principalmente, giran en torno a una de sus pasiones fundamentales como es la música.

«Todos los colectivos en los que estoy metido han sido desde el amor que tengo a la ciudad», afirma Álvaro, que siempre ha vivido de raíz actos de importante valor sentimental como la Semana Santa de la localidad, declarada de interés turístico regional. Fue esta pasión la que le llevó a realizar una de las principales acciones culturales en las que el joven se encuentra actualmente comprometido tras la fundación, junto con otros compañeros, de la que es una de las hermandades más recientes en la localidad, la de Nuestro Padre Jesús del Perdón y María Santísima de la Salud. 

Álvaro de los Ríos, junto con amigos y compañeros de la hermandad. - Foto: A.R.

«Nos lanzamos un poco a la aventura, a veces es complicado pero tienes que apostar y arriesgar por hacer algo que te gusta y que sabes que servirá de aliciente a la cultura del pueblo. Sin esperarlo, en muy poco tiempo, la gente se interesó en el proyecto y hemos reclutado a vecinos de todas las edades», indica este taranconero que en poco más de cuatro años consiguió que cerca de 200 personas formasen parte de este proyecto que, junto a los otros, destaca su importancia para «poder dejar un legado» de cómo es la vida social e histórica de Tarancón. Unas acciones que el joven realiza con esfuerzo y sacrificio mientras compatibiliza sus estudios, como otros tantos vecinos de su edad, en Madrid.

Relevo generacional. Al igual que muchos conquenses, Álvaro no es ajeno a la falta de iniciativa por mucha gente su edad a la hora de realizar distintos proyectos que tengan que ver con la involucración directa en el municipio. «Es un poco preocupante la situación en la que se encuentran varios colectivos», indica el polifacético, que asegura ver cómo muchas asociaciones de la comarca y la provincia se encuentran «en peligro de extinción». «Tenemos que entender que involucrarnos en la tradición del pueblo y la comarca es sacrificado pero se debe hacer el esfuerzo para que la cultura local no se pierda y siga adelante», incide el entrevistado haciendo un llamamiento al apoyo humano e institucional para frenar la «despoblación identitaria» que asegura sufrir muchas localidades de la comarca. «Es muy tentador irte a una gran ciudad como Madrid, pero cuando ves lo agradecida que es la gente lo cambia todo», apunta Álvaro como principal aliciente a seguir adelante con la multitud de proyectos.

Con un presente y futuro incierto en los diferentes ámbitos que engloban la vida adulta, Álvaro afirma que seguirá «al pie del cañón» apostando por la cultura en su municipio a través del ocio y el entretenimiento. Ya sea con su afición como pincha discos recordando los éxitos sesenteros de grupos reconocidos entre sus vecinos como Los 3 Sudamericanos, Los Brincos o Los Bravos, así como llevando el nombre de Tarancón por diferentes rincones del país con la charanga. El joven asegura sentirse «plenamente orgulloso» de poder contribuir para mantener las distintas celebraciones de la localidad esperando poder servir de ejemplo para una generación que, en cierta manera, se ha sentido «desarraigada y desmotivada» por mantener vivas las costumbres más cercanas.