La realidad superó todas las expectativas. El concierto De la Traición a la Victoria, organizado por la hermandad del Prendimiento, fue un éxito de principio a fin. No solo de público y crítica, y es que todos los asistentes salieron maravillados, sino también por la calidad artística demostrada sobre el escenario por la Banda de Música María Santísima de la Victoria, Las Cigarreras. Uno de los mejores espectáculos musicales en clave nazarena que guardará para siempre la retina del Teatro Auditorio.
El concierto, en la primera de sus dos partes, sirvió para conocer a la marcha ganadora del certamen. Tras el fallo del jurado, la composición triunfadora fue Excipio Deum bajo el lema Venerablemente, obra de Francisco José Martínez Gallego.
No es el primer concurso ni tampoco el primer título que recibe por alguna de sus piezas musicales, pero este compositor valenciano, natural de San Antonio, una aldea de Requena (Valencia), se muestra «muy contento» con el éxito cosechado en territorio conquense.
«Ganar el certamen del Prendimiento es un incentivo» - Foto: Fernando Ruipérez«Fui al concierto con mi padre, que se emocionó al conocer el fallo del jurado, y para mí es muy importante porque es una forma de incentivar el seguir componiendo porque me dedico a ello». Martínez Gallego, profesor de Composición y Armonía, no solo se congratula por ganar el importante premio económico puesto en liza por la hermandad conquense, sino porque «la marcha la van a tocar varias bandas en varias semanas santas, hasta incluso en Portugal», detalla. Asimismo, apostilla que fue un «lujo» cómo la interpretó la banda de Las Cigarreras.
El segundo puesto correspondió a Lacrimae Ludae, de Elías Ibáñez Lay y el tercero a Spiritus, de Azael Tormo Muñoz. Entre las cinco finalistas de las 35 que se presentaron en total, también se colaron Por treinta monedas, de Antonio González Écija, y Procesión en Cuenca, de Antonio Ignacio Gil Vargas.
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En el concierto también pudieron escucharse otras marchas para deleite del público, entre ellas alguna sorpresa como De la Traición a la Victoria, que Las Cigarreras regaló a la hermandad del Prendimiento por sus 120 años de vida.