Los influencers sénior están desafiando a través de las redes sociales muchos de los estereotipos relacionados con las personas mayores y cada vez son más demandados por las marcas, que los ven como un reflejo creíble y auténtico para un grupo muy importante de consumidores con poder adquisitivo.
Más de 12 millones de personas mayores de 55 años están en internet y cuatro de cada 10 consulta o publica en redes sociales más de una vez al mes, según el último barómetro del Consumidor sénior elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre.
Entidades sociales y expertos del ámbito del envejecimiento destacan el impacto de la generación silver como inspiración para un envejecimiento activo o sobre nuevas oportunidades profesionales para muchos mayores.
Las marcas ven en este atractivo colectivo su capacidad de motivar al resto para conseguir objetivos personales y profesionales, sin importar la edad o las circunstancias de vida. Son adultos mayores de 55 años que han logrado construir una marca personal en el mundo digital, compartiendo sus experiencias, aprendizajes o estilo de vida.
«Los referentes mayores de 55 años responden a la demanda de diversidad al representar a un grupo demográfico muchas veces ignorado o discriminado», explica Juan Fernández Palacios, director del centro de investigación. Considera al respecto que «satisfacen las necesidades de una audiencia diversa que busca contenido relevante y representativo de todas las etapas de la vida, ya que su presencia en las redes sociales promueve la inclusión y rompe con los estereotipos».
Calidad vs cantidad
A diferencia de muchos de los influencers jóvenes, los mayores priorizan la calidad del contenido por encima de la cantidad, dan importancia al compromiso e inspiran sobre todo a las personas de entre 55 y 75 años, recoge la Guía de estilo de vida sénior de la Fundación, que muestra un perfil que no tiene nada que ver con el que ofrecían hace unas décadas los abuelos tradicionales.
«La actividad de los mayores de 55 años en redes sociales contradice la visión que presenta a los mismos como inadaptados digitales, cuando erróneamente se generaliza a todo el colectivo la brecha digital que afecta a las edades más altas», asevera Palacios.
Para los expertos del instituto de investigación, mostrar una variedad en los rangos de edad dentro de las plataformas digitales está ayudando mucho a desafiar los estereotipos relacionados con el envejecimiento, así como a promover una mayor aceptación de la diversidad generacional y a establecer un puente entre las distintas generaciones.
Los referentes sénior, destacan, son una inspiración para públicos de esa edad en ámbitos de envejecimiento activo, reinvención laboral, gestión del día a día, turismo o moda, acercando contenidos útiles y de interés.
Como consecuencia, esos perfiles son cada vez más buscados por las empresas que se dirigen a ellos, ya que ofrecen una perspectiva auténtica y confiable que aporta seguridad a sus productos y servicios.