Se queda. Punto final a murmullos y susurros, a dimes y diretes, a chismes y cotilleos. Punto final a mensajes velados, ofertas y contraofertas, reuniones, llamadas y mensajes. La decisión ya está tomada. Podría parecer que la margarita a deshojar tenía más pétalos de los debidos y que por esa razón el 'sí' o el 'no' se ha demorado en el tiempo más de la cuenta, pero al final, como en todos los órdenes de la vida, todo llega.
La Tribuna puede adelantar en primicia que la respuesta de Isidoro Gómez Cavero será afirmativa en relación al mantenimiento del pacto de Gobierno con Darío Dolz. Así las cosas, nada cambia en este capítulo y la estabilidad será la tónica dominante en el segundo año de legislatura. El poder seguirá en manos del equipo PSOE-CnU.
El máximo responsable de Cuenca nos Une fijó un horizonte claro cuando tras los resultados del 28 de mayo del año pasado, el Ayuntamiento tenía que teñirse del color que lo hiciera la Junta de Comunidades. Con un margen mucho más estrecho que en el mandato anterior, Gómez Cavero volvió a dar su 'sí' para que Dolz revalidara el bastón de mando, algo pocas veces visto en la historia democrática del Consistorio conquense. Ahora bien, ese 'sí' cristalizó merced a una serie de condiciones. El médico estableció una meta volante para evaluar la consecución o no de esos objetivos. Ese punto de inflexión era este mes de junio, justo cuando se cumple el primer año de legislatura.
Durante las últimas semanas, y de forma muy especial en los últimos días, se ha hablado y escrito mucho de la decisión de Gómez Cavero, que había avisado previamente de que si sus pretensiones –que siempre han sido las de mirar por el desarrollo de Cuenca–, no eran satisfechas, existía la posibilidad de dar un giro de timón de 180 grados y entregar el Ayuntamiento al Partido Popular. Un PP que, por su parte, ha movido todas las fichas posibles para hacerle saber al líder de la agrupación de electores, al menos, su interés por conocer qué camino iba a tomar. En una entrevista a los compañeros de Europa Press, el órdago fue más que evidente.
Los deseos de Beatriz Jiménez, puntal de las huestes 'populares', al final, han caído en saco roto. Porque en la decisión de continuar de Gómez Cavero, tal y como ha podido saber este diario, ha pesado más el paso al frente que se ha dado en los últimos meses a una serie de proyectos de mayor envergadura, como el nuevo hospital, los remontes al Casco Antiguo, el Centro de Estudios Penitenciarios o la urbanización y arreglo de varias zonas de la ciudad que lo pedían a gritos, como el barrio de La Paz.
Y no solo eso, el líder de la formación independiente también está contento con esta política del 'día a día' que se deja notar en la inversión de los planes de mantenimiento urbano y de limpieza de grafitis, así como los avances en la atracción de empresas, con los últimos anuncios relativos a ToroVerde y Sumitomo.
Ahora bien, si hay un asunto encima de la mesa que ha terminado de inclinar la balanza, lo absolutamente determinante, ese ha sido el compromiso de Emiliano García-Page de ofrecer su ayuda para actuar en la zona centro, con la calle Carretería como punta de lanza. Un compromiso que el presidente regional verbalizó este jueves en un acto de la patronal conquense.
Page no solo comprometió «la modernización y acondicionamiento de una vez por todas del eje urbano» de Cuenca, sino que además instó a Gómez Cavero a que sea él quien pilote este proyecto. De hecho, reconoció que el líder de CnU actuó como un «martillo pilón» para conseguir, a base de insistencia, el compromiso del máximo responsable del Ejecutivo autonómico.
Roles en el equipo de Gobierno. Hay que recordar que el pasado mes de febrero, en otra primicia de La Tribuna, el tándem que sellaron por primera vez en 2019 y que en junio de 2023 volvieron a rubricar, alcanzó un nuevo estadio. La pareja Dolz-Cavero, después de pasar por diferentes etapas e idas y venidas en sus cinco años de relación, giró la tuerca para que uno de los dos actores ganara peso en el binomio.
Desde ese momento, el número uno de Cuenca nos Une asumió la gestión de lo que ambos coincidieron en llamar «los grandes proyectos de ciudad», así como la coordinación en la llegada de nuevas empresas. En definitiva, «un supervisor para que esos proyectos no se atasquen y sigan el cauce que deben», explicaba el propio alcalde Dolz a este periódico.