Fernando Marías: «La reina se ha sentido un poco como en casa»

C.M. / Toledo
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El comisario de la exposición 'El Griego de Toledo' catalogó a Doña Sofia como «una espectadora privilegiada» por su origen y por «su vida en España»

Fernando Marías: «La reina se ha sentido un poco como en casa» - Foto: Yolanda Lancha

La reina abandonó el Museo de Santa Cruz, pasadas las 13,30 horas, después de interrumpir su trayectoria hacia la salida para saludar a los empleados del Museo que, tras el detalle, no dudaron en aplaudirla antes de cruzar el umbral a modo de despedida. Tras  los saludos a los pocos toledanos congregados en torno al Museo y, sobre todo, a los reunidos en balcones varios -porque se estableció un cordón de seguridad que impedía cualquier tipo de concentración-, la Reina subió al coche oficial y Fernando Marías, comisario de la exposición recién inaugurada y que a partir de mañana puede visitarse por el común de los mortales, tuvo la deferencia de contar algunas de los comentarios emitidos por parte de la Reina Sofía durante el recorrido.

 Así, y apreciando que había sido «una espectadora privilegiada» de la obra del pintor griego, ya que es «una persona nacida en Grecia, de lengua griega y que ha vivido la mitad de su vida en España», Marías anunció que posiblemente lo que más la había gustado era «la fusión de elementos griegos y occidentales» de la obra del Greco y que, claro está, se exhibe en la primera parte de la exposición donde, apuntó «hay más presencia del mundo griego, le ha debido llevar a tiempos juveniles y experiencias en iglesias griegas».

En este punto, y confirmando que la Reina podría volver a ver la exposición «de manera privada y más pausada», el comisario explicó que fue en la zona reservada para los iconos griegos en la que la Reina «se alargó mucho hablando en la lengua griega moderna con  el obispo de la isla de Syros», de donde procede uno de los iconos. Preguntado por el asunto de dicha conversación, Marías aseguró que su griego «no daba para tanto» , aunque si lo hubiese entendido al completo tampoco lo iba a rebelar «porque no está dentro de mis menesteres».

Todos los invitados tuvieron la sensación de la Reina se sintió muy a gusto durante la visita, y Fernando Marías lo confirmó al considerar que lo que «más le ha gustado ha sido sentirse un poco, como en casa» y coincidir con una figura que procede de Grecia con la que tiene muchas cosas en común, entre otras su idioma. Destacó, en este sentido, la «oportunidad que ha tenido la Reina de hablar en griego, que creo que no deben ser muchas» tanto con los responsables religiosos como con un profesor griego que ha colaborado con la organización y con un texto en el catálogo.

Y puesto que la reina ha recibido algunos regalos de recuerdo, el comisario de esta gran exposición sobre ‘El Griego de Toledo’ informó de que la Fundación El Greco 2014 también le hará llegar el catálogo de la exposición «para que pueda tener una lectura más tranquila de lo que se vierte en el texto» y no sólo lo que ha escuchado «de boca de este comisario». Apuntó, sobre su papel en esta visita real, que en la explicación realizada durante el recorrido no sólo ha participado él, ya que «han intervenido otras personas como el conservador Rafael Alonso o el presidente de la Fundación», por lo que ha establecido «un diálogo plural».

Aunque los deseos de afluencia son «buenos» y Fernando Marías espera que sean muchas personas las que «se anime a venir a Toledo y echar el día en la exposición», no evitó afirmar que la muestra ayer inaugurada es «muy importante por su carácter excepcional» y no sólo por lo que está recogido en el Museo de Santa Cruz, sino por la interesante de «salir y ver ese ambiente en el que vivió el Greco y visitar esos espacios en los que parece que todavía casi se respira el aire, y se ven los retablos y los cuadros en los espacios originales para los que fueron pensados».

Contento en su semblante, dijo sentirse «satisfecho» con los resultados conseguidos hasta el momento, ya que esta propuesta por él  dirigida también es el conjunto de la labor desarrollada por «un equipo de trabajo en el que se han tenido opiniones distintas sobre aspectos puntuales», pero desde el que «se ha intentado llegar a una síntesis de satisfacción», por lo que «creo que todos podemos sentirnos muy satisfechos».

Prudente, sin embargo, en sus opiniones, Marías apuntó que habrá que «calibrar la respuesta a quien está dirigida» porque, sentenció, «no hacemos exposiciones para historiadores del arte, para restauradores o para museólogos», lo «hacemos para ofrecer una lectura plural a diferentes niveles». En este punto recordó que en ‘su’ tiempo se decía que las exposiciones deberían estar dirigidas «desde los miembros de las más altas jerarquías hasta los niños y soldados sin graduación (calificación que creo que ya no existen)». Así, el comisario de esta muestra consideró que «los niños también tienen una lectura posible en esta exposición», percepción posible en cualquier persona «en función de los diferentes niveles culturales, de los diferentes intereses y de los posibles posicionamientos ideológicos que pudiéramos tener delante de la exposición y de este pintor».