28 millones a programas de formación y prácticas para parados

L.G.E.
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La convocatoria de la Junta de Castilla-La Mancha incluye varias líneas. Hay una más enfocada a zonas de despoblación, otras para colectivos vulnerables e incluso una de oficios artesanos o tradicionales como la fontanería

28 millones a programas de formación y prácticas para parados - Foto: David Esteban Gonzalez

¿Cuántas veces les ha pasado que necesitan un electricista, un fontanero o un albañil y no lo encuentran? En la Junta lo saben, tal y como ha comentado esta misma mañana la consejera portavoz Esther Padilla. Por eso van a dedicar parte del dinero a formación profesional dual para cualificar a personas desempleadas en estos oficios. En total, el Consejo de Gobierno ha autorizado una partida de 28 millones de euros para programas en los que se incluye tanto la formación como las prácticas y trabajo en empresas. De media este tipo de programas consiguen una inserción laboral del 60 por ciento. Es decir, que seis de cada diez acaban encontrando empleo después de pasar por esta formación.

La portavoz del Gobierno detalló que esta convocatoria se divide en varios programas. Hay uno de ellos, que es la novedad, que se centra en oficios artesanos o en los oficios tradicionales del tipo de electricista, albañilería o fontanería, por ejemplo. También abarca el sector agrario o forestal. "Estas formaciones son básicas para el desarrollo de nuestro día a día y van escaseando", reconoce Padilla. Para esta línea habra 3,5 millones de euros.

Otra de las líneas, la que se llama Dual Verde, se dirige a las zonas con riesgo de despoblación o de categoría agrícola intermedia. Tiene un presupuesto de tres millones de euros. 

Además hay una parte específica denominada Nuevas Oportunidades para desempleados de más de 50 años. El objetivo es "facilita rla inserción en el mercado laboral en una etapa en la que se empieza a complicar", explica la portavoz. Aquí habrá 7,8 millones de euros. 

Dirigida específicamente a los jóvenes estarán las Escuelas Profesionales, con 8,7 millones. Esta línea contempla además una beca para los participantes.

Otra de las líneas se enfoca a colectivos más vulnerables como personas con discapacidad, víctimas de violencia de género o de terrorismo, jóvenes que han pasado por sistemas de protección de menores, personas que perciben rentas mínimas de inserción, internos de centros penitenciarios o personas que han tenido problemas de drogodependencia o adicciones. El presupuesto para estas acciones es de 4,2 millones.

En todas estas líneas las entidades están obligadas a insertar un mínimo de participantes, que van del 10 al 25 por ciento en función de cada programa. Padilla valoró que son acciones muy individualizadas, pues los participantes van de ocho a diez en cada proyecto. El tiempo de trabajo no puede superar el 65 por ciento de la jornada máxima por convenio y el centro de trabajo no puede estar a más de 50 kilómetros del lugar de residencia.