En las calles de Tarancón, como en la gran mayoría de ciudades, cientos de gatos vagan sin un hogar, sobreviviendo en la indiferencia de una sociedad que, durante años, no les ha prestado la atención que merecen. Es una realidad dolorosa que, a menudo, pasa desapercibida, pero que ahora, gracias a la Asociación Vida Gatuna y la colaboración del Ayuntamiento, empieza a cambiar. La reciente inauguración de un nuevo y más amplio refugio destinado a estos felinos es un paso hacia una sociedad más comprometida con el bienestar animal. Un lugar donde los gatos ahora reciben el cuidado y la atención que tanto necesitan.

Eva María Solera, responsable de adopciones y colaboradora del colectivo, explica que la nueva ley de bienestar animal, que entró en vigor en 2023, «ha obligado a los ayuntamientos a tomar responsabilidades con los felinos comunitarios, una especie que hasta ahora había quedado fuera del foco de atención». Asimismo, señala que «la población de gatos se ha descontrolado por la reproducción continua de camadas, y la nueva ley de bienestar animal ayuda a regularizar esta situación».

El refugio, ubicado cerca del Punto Limpio, cuenta con una nave de 40 metros cuadrados y un vallado, que ofrece el espacio necesario para la gestión y el tratamiento de gatos callejeros por parte de los nueve voluntarios del colectivo que colaboran en su cuidado. Este nuevo lugar facilita la labor de Vida Gatuna, que sigue el método CER -capturar, esterilizar, retornar-, para controlar la población y garantizar su bienestar. «Este espacio también nos permite promover las adopciones responsables», agrega Solera.

 En 2024, Vida Gatuna logró que 22 gatos fueran adoptados de manera responsable, con chip y con un contrato de responsabilidad adherido, y en la actualidad cuidan a 38 felinos. «Estamos avanzando, pero aún queda mucho por hacer». 

Por otra parte, tanto la localidad como la asociación siguen enfrentando el reto de gestionar una población estimada de 600 felinos, pero, con la ayuda del refugio, la esterilización y la colaboración del Ayuntamiento, se está dando un paso importante hacia la mejora de la calidad de vida de estos.

El refugio no solo es un espacio físico, sino también un lugar de esperanza para unos gatos, hasta hace bien poco marginados. Sin olvidar que además es una oportunidad para fomentar la acogida y adopción responsable y la importancia de la esterilización y el cuidado de estos animales.