Polos opuestos que atraen

Álvaro Fernández
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Alba Bonilla y Rubén Pérez dan vida y voz a 'Cactus y Terciopelo', un'podcast' que atrae a una audiencia fiel en solo un año de recorrido

Alba Bonilla y Rubén Pérez, en las pasadas precampanadas del día 31 celebradas en la Plaza del Ayuntamiento. - Foto: A.F.

En pleno auge de los podcast, dos viejos amigos se unieron para crear un espacio único lleno de humor, espontaneidad y, sobre todo, muchas risas. Cactus y Terciopelo es el nombre de este podcast que, en tan solo un año, ha conseguido atraer a una audiencia fiel en Tarancón... y más allá. Con la perfecta combinación de un guión estructurado y la improvisación más pura, Alba Bonilla y Rubén 'Nayo' Pérez han logrado enganchar a su público con temas variados, desde lo más divertido hasta lo más serio, siempre con un toque personal y pasional.

Alba es periodista de vocación, con cinco años de experiencia en la SER, y gran consumidora de podcast, lo que le llevó a proponer la idea de Cactus y Terciopelo como proyecto final de un curso de marketing y publicidad. «Siempre me ha gustado la radio, pero necesitaba algo más libre y espontáneo, y el podcast nos dio esa oportunidad. En la radio todo está muy estructurado, mientras que aquí podemos improvisar, hablar de lo que nos apetezca en cada momento». 

‘Cactus y Terciopelo’, durante uno de los programas emitidos este año. ‘Cactus y Terciopelo’, durante uno de los programas emitidos este año. - Foto: C.T.

Sin pensarlo demasiado, llamó a Rubén, su amigo de toda la vida, graduado en Veterinaria, pero al que el transcurso de la vida le hizo actor de teatro y con una pasión incontrolable por la improvisación. «Cuando Alba me dijo que quería hacer un podcast me lancé sin pensarlo. Ella siempre ha sido una persona con las ideas claras y a mí me encanta improvisar. Ella se encarga de los guiones y yo prefiero lo espontáneo. Nos complementamos muy bien, porque lo que ella hace bien, yo no y viceversa», detalla. 

Juntos decidieron darle forma al proyecto, que inicialmente era solo un trabajo académico, pero terminó siendo mucho más que eso. La pregunta que muchos se hacen es, ¿por qué Cactus y Terciopelo?

Alba y Rubén tienen personalidades muy diferentes, y esa es precisamente la magia del nombre. Ella, un poco más áspera y 'antiDisney', es el cactus; mientras que él, más dulce y flexible, representa al terciopelo. Aunque ambos tienen sus versiones de cactus y terciopelo, la primera impresión que dan al mundo es la de esos polos opuestos que se atraen entre sí. «Mis amigas siempre decían que si fuera una supernena, sería Cactus. Soy algo hater, tengo un humor ácido, pero en el fondo soy muy sensible. Rubén es más suave, dulce, pero también tiene su lado más afilado, sobre todo cuando se trata de defender a los animales», confiesa Bonilla.

A pesar de sus diferencias, ambos coinciden en que, como dúo, la clave de su éxito es la buena relación que tienen desde hace ya 15 años. «Nos conocemos desde hace mucho tiempo y siempre hemos tenido una buena conexión. Las amistades de verdad son las que permanecen cuando otros factores las separan. En el podcast, lo que nos diferencia es lo que nos hace funcionar como equipo», señala Pérez. 

Y es que la química entre ellos se nota, tanto en los micrófonos como fuera de ellos, aunque ambos reconocen que al principio tuvieron que enfrentarse a algunos retos, como el hecho de cuadrar unas agendas complicadas por trabajo y algunas dificultades técnicas, pero no dejaron que nada les impidiera seguir adelante con su proyecto.

impacto total. Aunque en sus inicios el podcast se presentó como un proyecto profesional de Alba, rápidamente ganó popularidad en Tarancón. El primer programa salió al aire en el mes de abril, tras varios meses de preparación, y en poco tiempo logró captar la atención de su audiencia. Sin embargo, los protagonistas no esperaban tanto impacto. «Antes me conocían como la chica de la radio, ahora soy la del podcast, no esperaba tanta acogida», subraya Bonilla, mientras que Nayo Pérez recalca que «este proyecto empezó como algo divertido, pero ahora tenemos fans y es algo que no esperábamos cuando empezamos hace casi un año».

Por el momento, su repercusión ha sido tal que este pasado 31 de diciembre tuvieron el honor de ser los presentadores de las precampanadas en la Plaza del Ayuntamiento, algo que ha supuesto un punto de inflexión y una prueba más del éxito que están cosechando, hasta el punto de convertirse en un referente en la comunidad.

Para este año nuevo, Cactus y Terciopelo tienen muchos proyectos en mente, pero el principal es seguir creciendo y evolucionando. «Lo que quiero es seguir aprendiendo, disfrutar de la comunicación. A veces no sabes lo que vendrá, pero estoy abierta a nuevas oportunidades», explica Bonilla, mientras que Pérez concluye que «lo que más me gusta es la variedad. Si hiciera siempre lo mismo, me aburriría. Me gustaría que viniera más gente, que nos enseñara cosas nuevas y diferentes».

Cactus y Terciopelo es más que un podcast, es la historia de dos amigos que, a través de su pasión por la comunicación y la improvisación, han creado un espacio en el que la diversión es la clave. En su primer año han demostrado que, cuando se combinan la amistad y la creatividad, todo es posible.