Un mar de lágrimas para despedir a Doña Sardina. Y es que más de un centenar de conquenses, cada cual con trajes muy llamativos de color negro en señal de luto, desfilaron al unísono para rendir culto y celebrar el Entierro de la Sardina, que es uno de los actos tradicionales del Carnaval. El desfile comenzó en el Recinto Ferial y discurrió por el Camino Resinera, Camino Viveros, Escultor Jamete, Avenida San Julián y Paseo del Pinar, con el fin de llegar a la Plaza Reina Sofía del barrio Fuente del Oro. En este singular espacio, como cada Carnaval, se procedió al Entierro de la Sardina con el correspondiente encendido.
El punto álgido de este Miércoles de Ceniza llegó con el prendido de la hogueras por parte de los Bomberos de la capital, que cumplieron con las peticiones de los más jóvenes, que solicitaban una y otra vez su encendido. La llama iluminó toda la plaza y se reflejó en el rostro de centenares de conquenses el color característicos del fuego.
La Asociación de Amigos del Carnaval de Cuenca repartió caramelos y también cerca de una decena de premios para los disfraces más llamativos y para aquellos que más animados estuvieron durante el recorrido. Unos galardones en forma de productos donados por diferentes establecimientos y negocios.
El Carnaval se queda en las raspasAdemás, como suele ser tradición en este característico evento, los carnavaleros pudieron disfrutar y saborear una sardina y limonada elaborada por la Asociación de Vecinos de Fuente del Oro, que desinteresadamente ofrecieron un trago y una pieza de pescado. Los establecimientos hosteleros también ofrecieron sardinas para envolver la plaza Reina Sofía del barrio en un ambiente inmejorable. El Entierro de la Sardina fue especial, principalmente para los más jóvenes. Enzo lozano reconoció gustarle «mucho» este evento carnavalero e incidió en que su momento preferido llega con el «la quema de la sardina».
Pero antes de arder esta sardina de madera, elaborada por los alumnos de la Escuela de Arte Cruz Novillo, es importante «meternos en el papel y hacer como que lloramos para dar el último pésame», tal y como apunta Tamara González. Por su parte, Yohana Plaza, que fue ataviada con un brillante disfraz negro, manifestó que esta tradición es «estupenda». La sardina fue recibida entre vítores. El coordinador de su elaboración y docente de la Escuela de Arte Cruz Novillo, Jesús Reíllo, reconoció su «satisfacción por el resultado final» y explicó que se trata de un proyecto «en el que han participado alumnos, quienes han hecho diferentes partes de madera para luego unirlas».
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Gran desfile. El presidente de la Asociación de Amigos del Carnaval de Cuenca, Manuel Lozano, ensalzó el Entierro de la Sardina y explicó que «estamos tristes por el momento pero lo combatimos con la alegría de saber que aún nos queda por celebrar el gran desfile de este sábado».