La lengua azul está a las puertas de Castilla-La Mancha. El consejero de Agricultura, Julián Martínez Lizán, explica que por un lado está el serotipo 4, que es con el que se convive desde hace años y que no presenta gran problema. «Hay ganaderos que deciden vacunar, no tienen sintomología prácticamente posterior a la vacuna y no afecta a la carne para consumir», explica. Ahora en Extremadura ha aparecido el serotipo 1, que es más preocupante y ya se está pidiendo a los laboratorios que mezclen en la misma dosis las vacunas para los dos serotipos. Lizán sabe que este serotipo puede aparecer a la región, pues se transmite por mosquitos y por cercanía cabe la posibilidad de que llegue. También apunta que la llega del frío podría ayudar a frenar su expansión.
El verdadero problema sería la aparición del serotipo 3, que se está dando en algunas zonas de Europa, y que tiene más riesgo de mortalidad para las cabezas de ganado ovino, caprino o bovino.
«El desarrollo de la enfermedad será el que será, pero en la Administración se está haciendo creo que bien y previendo una posible situación y una respuesta inmediata», esgrime.