Puzzles con arte

Manu Reina
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Marcos Valencia capta la atención con 'Retales', una muestra de más de una treintena de cuadros hechos con un «trocito de aquí y otro de allá»

Puzzles con arte - Foto: Manu Reina

Dar sentido a un puñado de recortes tiene un enorme curro. No es llegar y pegar una parte con otra sin ningún tipo de criterio. Ni mucho menos. Es necesario poseer un talento y ver más allá de lo que la mayoría de los mortales es capaz de imaginar. También es arte, cuando la combinación de trocitos se traduce en una sola imagen. Eso es lo que precisamente consigue el artista Marcos Valencia, que posee una gran creatividad para dar una segunda oportunidad a cientos de trocitos de revistas, carteles y pósteres. 

Este conquense, licenciado en Bellas Artes, trabaja el collage, que es la técnica «con la que mejor me siento» porque, entre otras cosas, «no sé qué va a pasar hasta ver el material que tengo». Al fin y al cabo, es un «puzzle que nunca sabes cuál es el resultado hasta que lo acabas».

El artista incide en que «casi nunca hay un boceto previo» y en cada trabajo «es muy probable que no haya nada en la mente», ya que, a medida que «voy viendo las revistas, me van viniendo las ideas». Esa capacidad creatividad se puede contemplar en una treintena de obras, que son las que ha podido crear hasta la fecha, especialmente en los dos últimos años, aunque «tengo proyectos en mente para el futuro». Uno de ellos es dar forma a un nuevo collage para rendir homenaje a Manolita Chen. Incluso ya tiene trabajo adelantado. 

Sus cuadros, recogidos en una muestra llamada Retales, sorprendieron y llamaron la atención de miles de valencianos y turistas. Y es que este artista conquense acaba de recoger su muestra del barrio del Cabanyal después de dos meses en activo. La respuesta del público ha sido «muy positiva con muchos espectadores que se han sorprendido mucho al ver los cuadros e incluso muchos se han fotografiado junto a ellos».
de cuenca a madrid. Tras su éxito, este conquense ha dado un paso más allá con sus llamativos lienzos. Tanto que cambiará el Casco Histórico por el Mercado de San Antón de la capital española. El próximo lunes inaugurará Retales en Madrid, con el reto de mostrar durante un mes estos «puzzles», que son el resultado de «un trocito de aquí y otro de allá». Esa es la justificación del nombre de su muestra, que ha convencido a los responsables del edificio madrileño para enseñar al mundo obras de autor. 

La promoción y escaparate podrían marcar un antes y un después en su carrera profesional, teniendo en cuenta que pasarán por su exposición miles de personas. Sin embargo, Marcos Valencia no piensa ahora en ello, porque el collage para él es una «pasión», el cual «ahora mismo lo siento como satisfacción personal, ya que «vivir del arte es muy complicado». De hecho, tiene que ejercer, mientras tanto, en una asesoría. Sí es cierto que supone un complemento porque todas sus obras están a la venta, incluida la de «una señora que creé en su día y que siempre me acompaña en cada paso que doy». Está a la venta, «pero rezo siempre para que nadie se la lleve», reconoce entre risas. 

El collage no es llegar y besar el santo. Marcos Valencia explica que «hay épocas en la que tengo que estar más parado porque no tengo suficiente material para que en mi mente se despierte alguna idea». Cuando eso ocurre, es el momento de unir pieza a pieza con látex y agua, aunque en el proceso de mojado «hay que tener mucho cuidado porque la tinta puede borrarse, dependiendo de la calidad del papel». En muchas ocasiones, «hay que mojar y colocar el trozo rápidamente e incluso de una sola vez, sin opciones a moverlo». Ya sea de una u otra forma, esta técnica «es mucho más complicada de lo que a priori pueda parecer».

Este conquense también ha expuesto en Barcelona y Cuenca, que es su ciudad natal y a la que «amo con locura». Como no podría ser de otra forma, este ilustre compositor de trocitos, posee un cuadro de la calle de los Tintes e incluso creó la obra Homenaje a mi ciudad, con los colores de las casas emblemáticas de Cuenca, partiendo con pósteres de la Oficina de Turismo local, tal y como él mismo desvela. 

El futuro está aún por escribir, aunque para Marcos Valencia es más por unir. La obra seguirá expandiéndose e incluso renovándose, porque «trato de cambiar y retirar cuadros periódicamente con el fin de mostrar siempre una imagen renovada». Habrá que ver hasta dónde llegan sus adorados puzzles.