Año nuevo, vida nueva, se dicen muchos cuando se plantean los propósitos para empezar con buen pie y más a la hora de mejorar su salud y bienestar. Sin embargo, para quienes se enfrentan al reto de las adicciones, este camino puede ser especialmente difícil y, por ello, el apoyo de la familia y de asociaciones, que cuentan con los medios óptimos, es fundamental para superar las barreras y encontrar el camino hacia la rehabilitación.
La Asociación Taranconera de Adictos Rehabilitados o en Rehabilitación y Familiares (Ataraf) presenta un balance «positivo» de su actividad en 2024, destacando la continuidad y crecimiento de sus programas. Según el presidente de la asociación, David García-Prieto, este ha sido «un año de estabilidad y progreso», con un aumento en el número de personas atendidas, pasando de 50 a 100 familias y cerca de 200 usuarios. Este incremento se debe en gran parte a la «consolidación de un equipo de profesionales, como psicólogos y trabajadores sociales, que han permitido un enfoque más integral».
Durante 2024, Ataraf ha seguido con su misión de apoyar tanto a personas adictas como a sus familias, organizando actividades como rutas senderistas, ponencias y jornadas que fomentan el ocio saludable y la visibilidad del problema.
Uno de los mayores logros de la asociación ha sido «mejorar la familiarización con la problemática y romper estigmas relacionados con el consumo». Además, Ataraf ha intensificado su colaboración con instituciones públicas, como el Ayuntamiento y la Unidad de Conductas Adictivas, UCA, para fortalecer su labor en la rehabilitación. «Todo lo que hacemos es un complemento al trabajo psicológico de otros profesionales», subrayó García-Prieto.
De cara a 2025, Ataraf tiene grandes planes, entre los que destacan nuevas jornadas de prevención y un enfoque renovado en la intervención con jóvenes. Además, la asociación continuará con su labor en un nuevo centro para atender a los usuarios, lo que supone un paso clave para su expansión. «La lucha contra las adicciones es un proceso largo, pero nuestra meta es clara, seguir ayudando a todas las personas que vengan y romper mitos», concluyó García-Prieto, dejando claro que Ataraf ofrece un espacio «libre de juicios, donde la confianza y el respeto son esenciales para perder la vergüenza».