Somos las ánimas y venimos a pedir

Ester González
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Los alumnos del colegio de las Mercedarias conocen las tradiciones de la ciudad con motivo de la festividad de Todos los Santos a través de disfraces, vídeos, historias y una 'chocolatada'

Los alumnos se vistieron con disfraces que confeccionaron los profesores, imitando a los ropajes que llevaban las ánimas antiguamente - Foto: E.G.G.

En un esfuerzo por mantener costumbres de los antepasados taranconeros, el equipo del colegio Nuestra Señora de las Mercedes de Tarancón trabaja con los niños para hacerles llegar algunas de las tradiciones que existían en la ciudad. Coincidiendo con noviembre, tocó conmemorar el Día de Todos los Santos, y por eso en este caso el foco de atención se puso en las ánimas.

La noche de Todos los Santos, que va del 31 de octubre al 1 de noviembre, es una noche mágica. Nada más y nada menos que la noche de los difuntos. Además del famoso Halloween americano, en Tarancón hay otras tradiciones de gran arraigo que sirven para rememorar a los muertos como es el caso de las ánimas. Se trataba de un grupo de vecinos religiosos que se vestía con trajes específicos y que recorría las puertas de los vecinos al grito de «somos las ánimas y venimos  a pedir». Esta popular frase es la que han aprendido los alumnos de Infantil y algunos cursos de Primaria, «lo llevamos haciendo ya varios años, los días previos a los Santos trabajamos esta temática con los niños», cuentan las profesoras de las Mercedarias. Explican que «es una forma de que no se pierdan las tradiciones, ya que la mayoría de los niños no conoce ni los Santos y, mucho menos, las ánimas porque «sus padres tampoco conocen la historia». Al tratarse de los más jóvenes del centro, se trabaja a través de historias, vídeos de la cofradía de ánimas que existió en Tarancón y dibujos. «Es una manera de que les parezca más atractivo», aseguran.

Para esta celebración tan especial, los profesores confeccionaron disfraces que imitan a los ropajes que llevaban antiguamente las ánimas e incluso se llegaron a disfrazar ellos mismos para poder meterse en el papel. Además del traje típico, a los niños se les enseña la historia de cómo las ánimas utilizaban la comida y los bienes que recaudaban por las casas para celebrar una subasta. Con el dinero obtenido de la misma, se financiaban las misas y entierros de los meses próximos. Así, los profesores del colegio también recurrieron a más elementos como es la obra de Emiliano Lozano, Las ánimas.

Los alumnos se vistieron con disfraces que confeccionaron los profesores, imitando a los ropajes que llevaban las ánimas antiguamenteLos alumnos se vistieron con disfraces que confeccionaron los profesores, imitando a los ropajes que llevaban las ánimas antiguamente - Foto: E.G.G.

Para rematar el día, el equipo del colegio organizó una 'chocolatada'. Se trata de la merienda típica de la festividad de los Santos. Las profesoras explican que «en años anteriores hacíamos excursiones por turnos a la churrería, pero cada año son más los alumnos que se suman a esta actividad, así que hemos decidido celebrarla en el patio del colegio». 

Desde primero de Infantil hasta Primaria, estos chicos han podido 'ponerse las botas' a la vez que conocían las tradiciones de su ciudad. Por su puesto, todo estaba más que pensado, ya que según puntualizan las docentes, «cada niño llevó a su casa una tarjeta con varias opciones donde podían elegir entre churros, chocolate, zumo o magdalenas, y es que es necesario tener en cuenta las alergias». La jornada concluyó con muchos 'animeros', con la lección aprendida y con boceras de chocolate.