Tan solo restan los últimos preparativos, pero todo está listo para disfrutar de la feria durante 12 largos días. El material está casi descargado al completo de los camiones, las piezas de las atracciones encajan a la perfección y toman ya una imponente forma, los arcos de luces cuelgan desde lo alto y el ferial ya posee ese color que especialmente encandila a los pequeños. A estas alturas solo falta pulir mínimos detalles, como colocar los peluches, frotar la imagen de los caballitos, depositar los sobres de la tómbola en las urnas, preparar sillas y mesas, encender freidoras y planchas para dar de comer a miles de visitantes y, por supuesto, una revisión general antes de dar el pistoletazo de salida. Unas acciones que se terminarán de completar en las próximas horas. 

Ismael Usero tira de paño y cubo para dejar en un estado impoluto los coches de choque infantiles. Tras «un día o día y medio de montaje», todo está preparado. Ha sido necesario «descargar, quitar ejes, montar y poner los cables de las luces». Este feriante conquense apunta que el trabajo continuará durante el desarrollo de la feria para «llevar a cabo un mantenimiento exhaustivo del funcionamiento de la atracción y también para mantener limpio todo antes de empezar cada jornada». 

A Tahisa Benito, en cambio, le queda un poco más de 'curro'. Esta valenciana, que acumula una década de feria conquense, incide en que «todavía tenemos que colocar todos los peluches en su sitio». Pero, que no cunda el pánico, a mediodía de hoy estará todo listo en sus dos puestos; uno de tiro con escopeta y otro de pesca de patos. Hace justo una semana que llegaron a la capital y no han parado en el montaje. Tahisa apunta que «el balance siempre es positivo cuando venimos a Cuenca», aunque confía en que «no llueva los días más fuertes, como así ocurrió el año pasado». 

El ferial arranca motores - Foto: Reyes Martínez

No obstante, hay quien tarda menos en tener todo preparado, depende también de cada puesto. El alicantino Rafael Sola, que vivirá su cuarta feria en Cuenca, explica que llegaron a la ciudad el pasado martes y «tras una intensa jornada de un día, tenemos la atracción montada». El histórico Tren de la bruja, una de las joyas de los pequeños, volverá a lucir el ferial. Rafael subraya que la previsión para estos próximos días es «buena»y recalca que «sale rentable venir a Cuenca». 

Tómbola. Por último, Alejandro Calatayud ultima su tómbola El Terremoto. El montaje le lleva todavía menos tiempo porque se trata de una infraestructura que apenas tiene que montar, porque viene de serie. El esfuerzo se centra en «colocar todos los premios en sus respectivos lugares». Este valenciano, que tomó el testigo de su suegro para enlazar tres décadas de presencia en las ferias de Cuenca, detalla que «llegamos aquí el martes por la noche y ya tenemos prácticamente todo listo para abrir». Las expectativas son de nuevo «positivas», especialmente por aprovechar los «fines de semana, donde el flujo de personas se nota todavía más, tanto por los propios vecinos de la capital como por los que vienen de los pueblos de alrededor». 

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Pues bien, tan solo queda disfrutar de la feria. Y es que los feriantes, año tras año, tienen todo preparado para que tanto conquenses como visitantes caminen entre un puesto y otro, en un ambiente inmejorable. El ferial se completa con muchas más atracciones, tanto de comida como de entretenimiento, además de aquellas donde la adrenalina se dispara por completo... ¡Las hay que animan prácticamente a volar! También está lista la Carpa Joven, con un escenario por el que pasarán distintos grupos y artistas musicales para amenizar cada una de las noches de la Feria y Fiestas de San Julián.