Arqueta artística con restos del fundador de Cuenca (Ecuador)

Antonio Rodríguez Saiz
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Imagen de la ciudad ecuatoriana de Ecuador - Foto: Fundación Turismo Cuenca

El tiempo pasaba y desde la ciudad ecuatoriana tuvieron que recordar a los regidores municipales de aquí el compromiso hecho dos años antes de enviar la reliquia dentro de la arqueta, recordando Martínez Espinosa en nombre de la Municipalidad «que no diré una deuda de honor, sino un viejo anhelo común a ese y a este pueblo». Con el fin de conocer el estado en que se encontraba la realización de la artística arqueta y poder dar una contestación se solicitó información (10-5-1952) a Marco Pérez quien rápidamente contestó diciendo que solamente faltaba ejecutar los detalles en plata y se podría calcular su terminación aproximadamente en un mes.

Esta carta del escultor se la dirigía al alcalde Sebastián Cano diciéndole que al tener que comprar la plata para su fundición le rogaba el envío de 4.000 pesetas a cuenta del encargo que en su momento se le hizo y de esta forma no se retrasaría la terminación y se podría entregar. Hay que hacer constar que hasta la fecha Marco Pérez solamente había recibido 4.000 pesetas que se le abonaron cuando se aceptó la aprobación de encargo (año 1.950) por importe de 15.000 pesetas.

Esta situación no me atrevo de calificar como lamentable, aunque lo parece, más aún, cuando la Municipalidad de la ciudad ecuatoriana daba excelentes nuestros de afecto e interés. Por si fuera poco, el Ayuntamiento de Cuenca a finales de julio señalaba que no tenía consignación específica en el presupuesto de ese año para cumplir el encargo hecho al escultor y tenía que ser librada la cantidad al capítulo de imprevistos.

Durante varios años por el cruce de cartas, principalmente, entre el Ayuntamiento y el laureado escultor en relación con la mencionada reiteradamente arqueta histórica se observa, o así me parece, la paciencia de Marco Pérez, ya reconocido por su arte y los incumplimientos reiterados por los regidores conquenses. En 1956 se volvía a recordar el abono de las 4.000 pesetas necesarias para los gastos mencionados anteriormente y esta vez sí le sería abonado por cheque bancario cruzado y el compromiso del pago hasta su totalidad a la entrega del encargo, ya consignado el resto de 7.000 pesetas en la confección del siguiente presupuesto.

Es posible que todo este asunto ayude a considerar que podría haber contribuido a que Marco Pérez no contestase en su momento a la invitación que el Ayuntamiento le hizo a él y a los escultores Fausto Culebras, Leonardo Martínez Bueno y José Navarro Gabaldón para tratar sobre el monumento que se iba a hacer a Andrés Hurtado de Mendoza con destino a Cuenca del Ecuador.

Es a partir de este momento cuando en   la documentación consultada no aparece lo sucedido después, desconociendo, por mi parte, las causas por lo que me sugieren algunas interrogantes.
Harto difícil  considero que el compromiso se llevase a cabo porque en la urna sepulcral de mármol rojo existente en la capilla del Espíritu Santo no están los restos de Hurtado de Mendoza ni de ningún otro. Está vacía, aunque en su parte superior hay una inscripción en letras de color negro sobre mármol blanco con moldura donde se lee: «Aquí yace Dn. Andrés Hurtado de Mendoza segundo Marques  Cañete Virrey y Gobernador y Capitán General de  la provincia de Pirú y Guarda Mayor de esta ciudad, hijo de Dn. Diego Hurtado de Mendoza y de la Marquesa Dª. Mencía Manrique su mujer, hija del Conde de Osorno Garcí Fernández Manrique, Presidente de Ordenes. Falleció siendo Aya y Camarera de los serenísimos Infantes de Castilla. Fallecieron en 1560 y 1578».

En la capilla del Espíritu Santo hay dos criptas de diferentes tamaños donde se encuentran féretros del siglo XIX con varios cadáveres mezclados que hacen imposible su identificación, aunque, eso sí, son de la familia Hurtado de Mendoza. Este interesante dato se debe a la intervención que llevaron a cabo los arqueólogos Michel Muñoz García y Santiago David Domínguez Solera, que de forma constante están aportando importantes hallazgos y estudios en Cuenca.

Durante años fueron diversos los intercambios entre la Cuenca de Tomebamba y la Cuenca del Júcar, pero no sería hasta noviembre del año 2002 cuando la Corporación presidida por el alcalde José Manuel Martínez Cenzano tomase el acuerdo de hermanamiento de las dos ciudades.