El desafío del oro

J.L.E.
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La incesante subida del precio del metal precioso, que cotiza en máximos de 90 euros el gramo, afecta a las ventas de los joyeros

El precio del oro está en máximos históricos lo que unido a la inflación tiene su repercusión en las joyerías - Foto: LT

La fuerte subida del precio del oro está pasando factura a los joyeros conquenses ya que los clientes compran menos y buscan piezas más pequeñas o eligen bisutería. Es una de las consecuencias del aumento del coste del metal, porque el oro se ha encarecido cerca de un ocho por ciento en lo que va de año y cotiza en la actualidad en máximos históricos.

El complicado escenario internacional, con guerras como las de Ucrania, y las medidas proteccionistas anunciadas por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tienen mucho que ver con la elevada cotización de este metal precioso. La preocupación por la subida del precio oro afecta a los joyeros conquenses, que constatan desde hace tiempo un aumento del precio del oro. No tiene visos de parar y tiene como lógica consecuencia la caída de la demanda así como del gasto del cliente, aunque según explican varios profesionales del sector consultados por La Tribuna, se están defendiendo.

Sin embargo, también inciden en que el reciente periodo inflacionista en España, y en este caso en Cuenca, también ha influido entre los clientes a la hora de comprar medallas, cadenas, sortijas o cualquier pieza que lleve oro, cuando el poder adquisitivo ha bajado. 
El alza del precio del oro parece que no tiene fin. Ayer mismo, el grano fino de 24 quilates, que es de los más usados en las joyerías, cotizaba a 90 euros el gramo. A principios de año, por ejemplo, el valor era de 84 euros, lo que supone un incremento de algo más del siete por ciento en menos de dos meses. 

Para hacerse una idea del incremento del oro, hace diez años, en marzo de 2015, el precio era de 35 euros por gramo. Es decir, que si hoy está a 90 euros por gramo, el incremento es casi un 150% en una década. El aumento es mayor si se compara con hace quince años, cuando un gramo de oro valía unos 27 euros. La subida, por tanto, repercute en los clientes. Por ejemplo, unas alianzas de boda, que en 2015 podrían costas unos 300 euros, hoy se acercan a los 1.000 euros.

«Cuanto más caro está el oro, se vende menos», admite a La Tribuna, Pedro Ruiz, responsable de Pedro Joyeros, que explica que esta subida del precio del metal precioso lleva tiempo y pronostica que el gramo de oro alcanzará los 100 euros. No obstante, considera que «esto está muy inflado» y vaticina que va a tener una bajada increíble». En este sentido, este joyero conquense hace memoria y recuerda que «hace 40 años, estaba a 500 pesetas el gramo, subió a 2.000 pesetas el gramo, y de la noche a la mañana bajó a 600 otra vez pesetas el gramo».

Por su parte, el responsable de otro conocido establecimiento conquense, Ángel Belmonte, propietario de Ángel Relojeros, también constata a este diario las consecuencias de la subida del precio del oro. «Yo llevo más de 40 años trabajando y siempre el oro siempre ha estado caro, pero tanto como ahora, no».

Uno de los periodos fuertes de ventas para los joyeros es la Navidad, junto a la época de las comuniones. De momento, el propietario de Pedro Joyeros, reconoce que estas pasadas navidades «ha sido más flojo que hace 10,15 años o 20 años». No obstante, pese a este aumento del valor del oro, «si la gente tiene que comprar una cadena, al final la compra, aunque pese un poco menos».

Valor refugio. En un mercado internacional donde el metal precioso se convierte en un valor refugio, los acontecimientos sociopolíticos influyen mucho. Y en este caso la guerra de Ucrania o el conflicto de Gaza tienen una notable influencia porque «esto, al fin y al cabo, es como una acción», subraya Pedro Ruiz. Además, considera que el inicio de la subida del oro es a raíz de la estafa piramidal  Bernie Madoff, que fue cuando el oro empieza a subir como valor refugio. «Fue el que realmente atrajo la inversión del oro, la gente se asustó, el dinero es muy miedoso, lo invierten en oro». Las guerras, según Ruiz, hicieron el resto.