Las cubiertas del claustro de la catedral, en su última fase

A.A.
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Las obras contemplan la impermeabilización para proteger los Archivos Diocesano y Capitular, que albergan joyas documentales del siglo XII, con un desembolso de 400.000 euros

La rehabilitación incluye avanzadas técnicas de impermeabilización para garantizar la integridad de los fondos. - Foto: Reyes Martínez

La Catedral de Cuenca acoge la última fase de las obras de rehabilitación e impermeabilización de las cubiertas del claustro. Se trata de una actuación valorada en cerca de 400.000 euros cuya finalidad principal es garantizar la protección de los valiosos documentos que atesoran ambos Archivos.

El director de la seo conquense, Miguel Ángel Albares, indicó que las obras comenzaron el pasado mes de octubre y su finalización está prevista en torno al próximo mes de abril. «Este claustro sufrió una pequeña remodelación en sus cubiertas en los años ochenta. Desde entonces no lo habíamos tocado y ha llegado el momento puesto que en la parte alta se encuentra el Archivo Diocesano, con su riquísimo fondo de la Inquisición; y el Archivo Capitular, la biblioteca del cabildo, con fondos del Cabildo y la Catedral, desde los documentos fundacionales de la diócesis y la constitución del primer cabildo. Son dos bulas papales de Pablo III del año 1183».

Necesidad. Albares afirmó que, dada la relevancia del contenido que alberga el claustro, «teníamos que actuar. Estamos impermeabilizando utilizando nuevos métodos, utilizando las últimas técnicas más avanzadas, poniendo aislantes para evitar calor en verano y frío en invierno con el objetivo de mantener una temperatura estable». El desembolso económico corre a cargo, íntegramente, de fondos propios. «La financiación será aportada por la Catedral y la Diócesis de Cuenca. Actualmente estamos en la recta final. Para el mes de abril o mayo habremos finalizado», señaló el director. 

Estas mismas fuentes resaltaron que «lo que hay que proteger es muy delicado y muy valioso. Merece la pena esa inversión tan cuantiosa. Es una obra absolutamente necesaria y la estamos afrontando con los ingresos que tenemos por las visitas turísticas de hace más de dos años». Albares recuerda que, de forma simultánea a estas obras, hubo unas lluvias torrenciales en Madrid y «vimos escenas de los sótanos de la Biblioteca Nacional inundándose. Ahí te das cuenta de la necesidad de este tipo de intervenciones».

El claustro de la Catedral de Cuenca está fechado en el siglo XVI, es de estilo herreriano y fue construido por el arquitecto Andrea Rodi, autor también de la capilla del Espíritu Santo para los Marqueses de Cañete. 

Fue en 2002 cuando el Gobierno de España decidió acometer la restauración del claustro conforme al Plan Director de la Catedral de Cuenca, que data del año 1998. El proyecto, redactado por encargo del Instituto del Patrimonio Cultural de España del Ministerio de Cultura, contempló también la consolidación del cuerpo superior de la Torre Linterna. Las obras, que se llevaron a cabo entre enero de 2008 y octubre de 2009, supusieron una inversión de 2.112.473 euros. El claustro configura un cuadrado casi perfecto en uno de cuyos extremos se apoya la Capilla del Espíritu Santo.

Antecedentes. No es la primera vez que la Catedral interviene para protegerse de los daños que pueden generar las lluvias, tanto en fondos documentales como en el propio edificio. En 2024 se llevó a cabo una obra de gran calado con la rehabilitación de buena parte de las cubiertas de la nave principal. En este caso, el desembolso económico necesario para ejecutar los trabajos rondó los 200.000 euros. 
Se trata de labores que es necesario realizar de forma periódica dado que son muchos los metros cuadrados de cubiertas que tiene un edificio de dimensiones tan notables como la Catedral.