Victoria vital y capital del Conquense (1-0) ante un endeble Illescas para sumar de tres, algo que, aunque la temporada todavía está despertando, era necesario para no encadenar tres partidos sin ganar y sumergirse en un mar de dudas. El triunfo, justo por lo demostrado en el césped y cimentado sobre un incansable Monterde, un notable Caballero y una expeditiva pareja de centrales, vale su peso en oro para tomar aire, respirar tranquilos y empezar a tener claro que la Balompédica puede, perfectamente, no pasar excesivos apuros en este grupo.
El Conquense no tardó en hacerse amo y señor del balón a las primeras de cambio, presionando arriba la salida de balón de su rival, lo que supuso recuperar algunos esféricos, y moviéndolo bien cuando tenía la posesión. Fruto de ese dominio, no tardaron en llegar las ocasiones, con un lanzamiento directo al borde de la esquina del área que bien pudo ser penalti, pues la falta a Monterde pareció ser dentro del área. Poco después, el disparo fue de Raúl Caballero, fuerte y abajo, ante el que respondió bien el meta illescano.
Un Conquense dominador en todas las zonas del tapete, verde en una parte y seco en otras, siguió intentándolo, muchas veces con más corazón que cabeza. Los blanquinegros eran muy superiores, pero esa superioridad no terminó de cuajar en tres cuartos ni fructificar en ocasiones claras. En el ecuador de este primer tiempo, José Álvarez vio amarilla por una falta en la medular. Acto seguido hubo una buena ocasión que fabricaron al alimón Pablo Olivares y Monterde, con una bonita triangulación en la frontal, pero el disparo del primero fue interceptado por la defensa.
El Conquense logra la primera victoria del curso - Foto: Alfonso FernándezEn las postrimerías del primer tanteo, el partido entró en un terreno fanganoso debido en gran medida al fútbol 'de calle', digámoslo así, del Illescas, incapaz de hacer otra cosa. La frustración la pagó, sin ir más lejos, Yuya, que vio amarilla justo después de un buen remate de Titi en jugada a balón parado, que bien podría haber servido para abrir el marcador si Germán, el mejor de los suyos, no hubiera respondido bien tirando de reflejos. El Conquense mereció el gol, pero se marchó al vestuario con un injusto 0-0.
Tras el descanso, tres cuartos de lo mismo. Un Illescas que no proponía absolutamente nada, incapaz de hilvanar tres pases seguidos, y un Conquense deseoso de perforar la meta visitante para hacer justicia en el marcador. Justicia, algo así tuvo que pensar el árbitro, que debió reflexionar en la pausa, y es que para compensar el penalti no pitado del primer tiempo, se 'inventó' uno a los diez minutos de la reanudación tras una caída dudosa en el área de Monterde. Sea como fuere, transformó Jairo Cárcaba para abrir la lata.
A partir del gol, los toledanos espabilaron en cierta medida y se vinieron arriba, pero tampoco tenían mucho más guardado dentro, fue más por demérito de los locales, a los que verse arriba en el marcador pareció no sentarles del todo bien. Pudo haberlo solucionado el '7' balompédico poniendo más tierra de por medio al filo del 75', pero el de Sagunto cruzó el disparo en exceso y el balón se marchó rozando el poste.
Movió filas Rober y dio entrada para los últimos minutos a Castillo y Mendoza, que ocuparon el lugar de Yuya y Caballero. Tuvo alguna que otra para empatar el Illescas, pero ahí estuvo Raúl Bernabéu para evitar males mayores, eso sí, sin demasiadas apreturas. Más cambios: fuera José Álvarez y Monterde, el mejor del choque; dentro Héctor Rubio y Jesús Serrano. El guión cambió entre poco y nada, con los illescanos intentándolo de todas las maneras y los conquenses procurando minimizar sustos para salir cuando se pudiera a la contra. El tanteador ya no se movió y el equipo de Cuenca logró el primer triunfo del curso.