¡Cuidado con los botes! Lanzamientos en corto y largo, pases para uno u otro compañero, y carreras con el balón en la mano, entre muchas otras acciones y lances del juego sobre el césped del campo Cristina Martínez del Complejo Deportivo Luis Ocaña. Así, los usuarios de la Asociación de Síndrome de Down de Cuenca (Adocu) no desaprovecharon ayer la oportunidad de conocer de primera mano la práctica del rugby, una disciplina en auge en la capital gracias a la labor del Club Rugby A Palos, que quiso compartir una experiencia enriquecedora con los chicos de la asociación.

Los participantes no pararon de sonreír durante las dos horas de sesión y se mostraron muy participativos en cada ejercicio que se propuso sobre el tapete verde, tanto a la hora de hacer placajes al adversario como en el momento de salir corriendo para anotar. Así, una decena de usuarios, junto a una veintena de jóvenes y veteranos de la propia escuela y club, completaron juegos, actividades y acciones de iniciación a la práctica deportiva, como son el ensayo, el pase, el contacto con el contrincante o la recepción del balón. Una tarde enriquecedora bajo un ambiente totalmente divertido y entretenido. 

También hubo tiempo para disputar un partido entre equipos, aunque en este caso se usó la modalidad de tocata, que es una variante del rugby donde no se puede placar al rival, sino solo tocar con la mano. Inmediatamente, el jugador que ha sido interceptado, no puede moverse y la única opción que le queda es pasar el balón a un compañero. 

Placajes sin barreras - Foto: Manu Reina

Los propios usuarios de Adocu no se fueron con las manos vacías, más allá de todo el aprendizaje que habían adquirido. Ya que, tras la conclusión de la jornada, se hizo una ceremonia de entrega de medallas como reconocimiento al gran ejercicio que habían practicado todos.

Participantes. La felicidad iluminaba los rostros de todos los participantes, tanto de Adocu como del propio club conquense, pero especialmente de los usuarios, que fueron de menos a más durante la jornada. Irene Espejo subrayó que «es una actividad muy divertida porque lo pasamos muy bien junto a nuestros amigos», mientras que Mariano Latorre incidió en que el rugby «es un deporte que me gusta, ya que he visto algunos partidos». Así lo demostró en cada una de las acciones que se prepararon para la ocasión. 

Uno de los artífices de esta cita inclusiva es Marcos Sarria, que detalló que «se lleva a cabo la jornada porque queremos dar la oportunidad de que todas las personas conozcan nuestro deporte» e incluso subrayó que «queremos que se animen a que sean parte de nuestro club, porque queremos hacer un equipo inclusivo de rugby». 

Placajes sin barreras - Foto: Manu Reina

Por su parte, la trabajadora social de Adocu, Rocío Romero, recalcó que esta actividad «ofrece nuevas oportunidades a los chicos» y es también «una apuesta por la inclusión deportiva». Así, el concejal de Educación, Víctor Manuel Fernández, subrayó con una gran satisfacción que esta cita «es todo un éxito porque basta con ver las caras de todos para saber que están disfrutando».

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Sin duda, una jornada que difícilmente olvidarán tanto unos como otros. Una tarde maravillosa en la que la inclusión deportiva brilló con luz propia y que, además, puede ser el punto de partida para crear un equipo. Todo ello, gracias a la gran predisposición del Club Rugby A Palos y el entusiasmo de Adocu.