Un sonido de mucha altura

J.L.E.
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El minglanillero Carlos Roda debuta la semana que viene como trompeta solista de la Orquesta Sinfónica de Bilbao, «un paso que llevaba buscando desde hace mucho tiempo»

Carlos Roda Cubas toca la trompeta durante un reciente concierto - Foto: LT

El lunes comienza una nueva y ansiada etapa para el músico minglanillero Carlos Roda Cubas porque forma ya parte de la plantilla fija de la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS). Cuenta ya las horas para su debut como trompeta solista, el próximo día 3 de octubre en el concierto que se celebrará en el Palacio Euskalduna bajo el título de El Emperador de Beethoven.

Llegar hasta la prestigiosa BOS no ha sido fácil, pero el sueño de tocar algún día en una orquesta sinfónica se ha hecho realidad. «Es un gran paso en mi carrera, que llevaba buscando desde hace tiempo y estoy muy contento», admite Roda, que estos días prepara desde Minglanilla el traslado a la capital vasca.

El músico explica que en junio ganó la plaza de trompeta solista en la BOS. La oposición la realizó el día 3 de enero y desde entonces ha estado en periodo de prueba hasta que en junio los responsables de la BOS  confirmaron que la plaza era suya. «La orquesta es muy buena, tiene más de 100 años de trayectoria y el Palacio Euskalduna es uno de los mejores auditorios de España», señala Roda. Además no oculta su satisfacción por trasladarse a vivir a Bilbao, una ciudad que le «encanta» y con la que también comparte, como tantos vecinos de Minglanilla, los colores del Athletic de Bilbao.

A sus 29 años, Carlos Roda ya tiene una extensa trayectoria en distintas orquestas. La más reciente es en la Orquesta de Radiotelevisión Española, donde ha estado como interino durante los últimos dos años y medio.Además, ha tocado en la Joven Orquesta Nacional de España (Jonde) así como en numerosas orquestas profesionales de diversas ciudades de España.

La afición a la trompeta le viene de familia porque su padre también ha sido trompetista, así que le toma el testigo. «Me pasó la trompeta él [sonríe]... En mi casa mi hermano también es músico, toca la percusión, y mi padre quería que uno de los dos tocara la trompeta». Se formó en el Conservatorio de Valencia y el último año en Graz (Austria). Poco a poco, con ganas y mucho sacrificio, confiesa que ha «hecho de la afición un trabajo».

Roda quiere mantener «las mismas ganas de mejorar cada día y dar el cien por cien de lo que uno tiene»,  y es conciente de que con esta plaza de trompeta solista «se abre un mundo impresionante para tocar repertorio sinfónico». Entre sus planes, eso sí, están dar clases y ayudar a la gente que prepara oposiciones. 

Cuando se le pregunta por las piezas que más le gusta tocar, confiesa su debilidad por las sinfonías de Gustav Mahler. «Son en las que más protagonismo tiene no solo la trompeta, sino el viento metal». De hecho, durante las semanas de prueba en Bilbao tocó La Quinta de Mahler, que «es de las más importantes para la trompeta porque empieza con un solo». Además, apunta que la Misa en Si menor, de Bach, «es muy difícil» para la trompeta.