El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido este martes la actuación de la Policía Nacional ayer ante la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid y ha garantizado que, por lo menos desde que él es ministro, las fuerzas de seguridad "no obedecen ningún criterio político", sino operativo.
En declaraciones en los pasillos del Senado, y sin citar al PP o a Vox, ha rechazado que determinados partidos justifiquen acciones violentas "absolutamente deleznables en democracia", como los disturbios que tuvieron lugar antes en la concentración contra la amnistía ante la sede socialista, y ha instado a "la derecha y la ultraderecha" a evitar discursos ambivalentes.
"Me molesta muchísimo que alguien ponga en tela de juicio la profesionalidad de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, en este caso de la Policía Nacional", ha indicado antes de subrayar que los agentes actúan siempre con criterios de "profesionalidad, necesidad y, por tanto, de legalidad".
Ha insistido en que solo responden a criterios operativos, de la cadena de mando, pero ha garantizado que, como ministro de Interior, asume todas las órdenes dadas en el ámbito operativo como si las hubiera dado él mismo.
Preguntado por la posibilidad de reforzar la seguridad de las sedes del PSOE, que ha suspendido las actividades de las tardes ante las movilizaciones, ha señalado que los órganos operativos decidirán el número de efectivos que es necesario desplegar tras analizar cada situación concreta.
Y ha insistido en su llamada a "la derecha y la ultraderecha" para que tengan un discurso claro en favor de la paz y la sensatez, porque lo ocurrido ayer, el "acoso" a la sede del PSOE y la "coacción", "no cabe en una democracia".
Sobre la resolución adoptada ayer contra la amnistía por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con los votos de los vocales conservadores, Marlaska ha considerado que hablar sin conocer el texto legal y tras cinco años de "prórroga indebida" supone "una deslealtad constitucional".
200 infiltrados de "estética ultra"
Los agentes de la Policía Nacional desplegados ayer lunes en la sede del PSOE en Ferraz cargaron tras varios avisos en los que constataron la presencia de unos 200 infiltrados de "estética ultra" y embozados entre manifestantes pacíficos convocados por tercer día consecutivo contra la ley de amnistía que negocia el PSOE con partidos independentistas para investir a Pedro Sánchez.
Según detallan fuentes policiales, en el atestado de la intervención policial consta que hubo tres detenidos, dos por agredir a agentes de la Policía y una tercera, una mujer, por desobediencia. Los agentes usaron botes de humo (fumígenos inocuos) y, en las últimas cargas, también gas lacrimógeno.
Además, la Policía se incautó de tres palos de madera, una barra de hierro y tres barras extensibles, así como de una pala. El atestado también refleja el lanzamiento contra los agentes de objetos como botellas de cristal y que se trató de rebasar el vallado colocado por las Fuerzas de Seguridad.
La manifestación, según indicó anoche la Delegación del Gobierno en Madrid, congregó a 3.800 personas y fue secundada, entre otros, por el líder de Vox, Santiago Abascal.
Según las citadas fuentes policiales, sobre las 20.00 los agentes apreciaron que, "entre la multitud pacífica", empezaron a aparecer personas con el rostro cubierto y estética ultra que se situaron en primera fila, cerca del vallado.
La Policía, ante este hecho, reforzó la presencia policial en el vallado y, sobre las 20.30 horas, uno de estos individuos saltó la valla y agredió a un agente, por lo que fue detenido.
En torno a las 21.00 horas, parte de los manifestantes empezaron a abandonar el lugar, "pero se incrementó la presencia de personas embozadas y de estética ultra". Media hora después, varias de estas personas se distribuyeron estratégicamente por el vallado y comenzaron a cortar las bridas que unen las vallas colocadas por la Policía.
En ese momento, según fuentes policiales conforme a lo relatado en el atestado policial, empezaron a lanzar botellas de cristal y otros objetos sobre los agentes. La Policía entonces reforzó de nuevo la primera línea y comenzó el lanzamiento de material "fumígeno inocuo", aunque no lacrimógeno --que sólo se usó al final-- como advertencia de la inminente intervención.
En ese momento se produjo una carga "proporcionada" tras la que solo permanecieron unas 200 personas de estética ultra. No obstante, ante el cruce de contenedores y otros elementos en las calles aledañas a Ferraz y el lanzamiento de objetos contra los agentes, se volvió a lanzar el fumígeno inocuo.
Fue entonces cuando fueron detenidas otras dos personas: un hombre por agredir a un inspector de la Policía y una mujer por desobediencia.