En el Gobierno regional siguen con precupación lo que está ocurriendo en Matarrubia, un pueblo de Guadalajara con menos de cien habitantes en el padrón. La crispación política con la llegada hace un año del nuevo alcalde del PSOE se ha desatado con insultos en el último pleno e incluso con una agresión física el pasado 20 de abril. 

La portavoz del Ejecutivo autonómico, Esther Padilla, condenó los hechos y lamentó que «se está produciendo una polarización en España en muchos sitios, casi una deshumanización del adversario por parte de la derecha». En este sentido alerta de que «es el fruto de la radicalidad en la posiciones y el poco respeto al adversario». Recuerda que hay responsables socialista «a lo largo y ancho de España que lo están sufriendo en los últimos meses».

El alcalde de Matarrubia, Jacinto Lobo, y la teniente de alcalde, Lidia Antón, denunciaron ante la Guardia Civil las agresiones e insultos de las que han sido objeto recientemente en el pueblo por parte de varios vecinos. La agresión más grave fue la del 20 de abril, cuando el alcalde acabó en urgencias tras recibir varios golpes en el rostro y patadas en su cuerpo. «Me cogieron tres personas y solo recuerdo estar en el suelo y tener que ir a Urgencias», revela. Se están incluso planteando aplazar las fiestas, que son en dos semanas, porque «hay gente con miedo». 

El excalde de esta pequeña localidad, Juan Pablo Carpintero, que es del PP, ha dado hoy una rueda de prensa para negar que quienes agradieron el pasado sábado al alcalde sean de su entorno. Por lo que él conoce, señala que no son del PP y añade que él se encontraba ese día de boda. «Condeno todo tipo de violencia», manifestó.