Navidad, dulce Navidad

Manu Reina
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Pastelería Marisol ofrece una amplia variedad de turrones, anguila de mapazán, alajú y el típico roscón de reyes

Navidad, dulce Navidad - Foto: Manu Reina

¿Cómo puedo endulzar la Navidad? Esta es una de las preguntas que muchos conquenses se formulan de forma repetida durante estos días con el fin de poder enamorar y conquistar a todos sus comensales. Las opciones más habituales son tirar de los tradicionales turrones o mazapanes, aunque existe una larga lista de dulces que te pueden ayudar a complementar una mesa de gala. Es importante acertar con la elección final para disfrutar de un gran postre o acompañar el café con el mejor manjar.

La Pastelería Marisol ofrece un amplio abanico de posibilidades. La copropietaria de este tradicional negocio conquense, Sonia Serrano, explica que «podemos encontrar pastas de almendra, piñones, pastelitos, yemas, mantecados, empanadillas o rosquillos de aguardiente». Los turistas ya aprovecharon el inicio de la campaña navideña el pasado día 1 de diciembre para «llevarse dulces durante el puente de la Constitución», mientras que los conquenses «han aprovechado esta semana para comprar».

Uno de los productos estrella de Pastelería Marisol es la anguila, que se elabora con «mazapán y yema, contiene fruta escarchada y está decorada con azúcar glas». Es un dulce «muy típico en estas fechas» que gusta «mucho tanto a conquenses como a visitantes». Es tan especial que «solo se vende durante esta época». «La gente que viene a por una anguila ya sabe cómo es». Otro de los manjares que no falla nunca es el alajú. Sonia Serrano detalla que «es nuestra seña de identidad» y su venta «se dispara en Navidad, aunque se vende también muy bien durante todo el año».

A parte de estas dos delicias también hay otras opciones que merecen la pena. Por ejemplo, los turrones nunca suelen defraudar. Es una gran recomendación y en Pastelería Marisol ofrecen muchas variantes. «Tenemos de yema tostada, pistacho, fruta, chocolate blanco con frutos secos, chocolate con almendra, nata y nueces o el duro de jijona, por mencionar solo algunos», explica la copropietaria. El turrón de guirlache también se lo quitan de las manos. 

Roscón. Las opciones anteriormente se derriten o desvanecen a partir del inicio del próximo año porque aparece en escena el buque insignia de todos los dulces, como es el roscón de reyes. Sonia Serrano explica que el boom de la campaña será producirá del 2 al 10 de enero, aunque también se venderá «el resto de mes y principios de febrero». La Pastelería Marisol elaborará otro año más unidades de «nata, crema, trufa o cabello de ángel, por ejemplo». El que más se vende es el de primer sabor y todos los consumidores buscan siempre llevarse la sorpresa que guarda este manjar. Además, Sonia Serrano incide en que «ofrecemos diferentes tamaños» para contentar a todos los clientes, que pueden llevarse a casa un roscón de un cuarto, medio, un kilogramo o de un kilogramo y medio. 

En definitiva, el comensal tiene un sinfín de oportunidades, que se pueden completar con todo tipo de pasteles y tartas a gusto de cada uno. Sonia Serrano recomienda que en la mesa haya «un poquito de cada cosa para así contentar a todos» y subraya que «no puede faltar un dulce de Pastelería Marisol porque hacemos todo con mucho cariño y amor». Y es que cualquier dulce de este histórico negocio está como para chuparse los dedos.