La batalla está servida. Realmente, es una 'guerra' entre munícipes que venimos arrastrando desde hace unos años. Abel Caballero y su particular Navidad viguesa destapó el tarro de las esencias y generó que alcaldes de otras ciudades entrasen en una llamativa carrera por ver quién celebra estas fiestas de una manera más llamativa, luminosa y, por qué no decirlo, estrambótica. En este capítulo, donde más intercambio de golpes se produce no es por ver quién pone más arcos en las calles o quién los enciende durante más días, que también, sino comprobar qué ciudad 'monta' el árbol de Navidad más grande.
Vigo, que ha lucido con orgullo durante las últimas navidades la plusmarca nacional, ha visto cómo le ha salido competencia. Y de la dura. De hecho, no es el árbol más alto de todos los que iluminan la Navidad patria. Ese hito lo marca este año la localidad cántabra de Cartes, de apenas 5.700 habitantes. 65 metros de férrea estructura tienen la culpa. Eso, y 15.000 euros de instalación. Un hito que deja en el tercer puesto del escalafón a Vigo con 45 metros de árbol, eso sí, con un gran atractivo que es la imponente estrella que lo corona, de casi 20 metros de diámetro.
La medalla de plata es para Granada, y es que el árbol que instala un centro comercial de la ciudad tiene 55 metros, que además se convierte en un auténtico faro con 573.000 puntos de luz y 2.600 metros de hilo luminoso LED.
Al filo de subir al podio se queda Badalona, que crece con autoridad hasta los 40 metros de altura, es decir, como un edificio de 13 plantas, más o menos. El alcalde, Xavier García Albiol, dijo cuando comenzó la instalación que «el objetivo es que los vecinos puedan disfrutar del árbol más alto de España y del universo». Al final va a ser que no, alcalde, pero no está nada mal.
Y a todo esto, ¿qué lugar ocupa Cuenca en este ránking? Esta ciudad que, posiblemente, haya sido la última de España en montar y encender las luces esta Navidad, cuenta con un árbol de 21 metros más la estrella. Algo es algo...