La segunda procesión de la Escuela Capuchina asegura el relevo

Álvaro Fernández
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Más de 200 niños se dan cita en un evento lleno de emoción y que confirma la consolidación de una tradición en la que participan las nueve hermandades

La segunda procesión infantil de la Escuela Capuchina contó con un total de ocho imágenes, dos más que el año pasado - Foto: Ayuntamiento

La tercera edición de la Escuela Capuchina vivió este pasado fin de semana el momento más es esperado, con la celebración de la segunda procesión infantil de una iniciativa que, en su tercer año de existencia, ha logrado convocar a más de 200 niños de entre 3 y 15 años. La cita comenzó a las once de la mañana en la iglesia de la Asunción, desde donde los pequeños, vestidos con túnicas y capas, recorrieron las principales calles de la localidad, acompañados de otros jóvenes componentes de las distintas bandas de música de las hermandades. La procesión, que contó con la participación de ocho pasos, fue un hermoso reflejo de la devoción y la tradición de la Semana Santa local, y se desarrolló bajo un ambiente de confraternización, ilusión y unidad entre cada una de las diferentes hermandades.

A pesar de que la Escuela Capuchina nació en 2023, este año se ha consolidado como un evento clave en el calendario de la Semana Santa taranconera, con un importante crecimiento en la participación infantil. La jornada se vivió con mucha emoción y seriedad, tanto por parte de los niños como de los monitores y sus familiares, que acompañaron la procesión. La actividad, además de acercar la tradición religiosa a los más pequeños, cumple con un importante objetivo educativo, como es el de transmitir el valor simbólico de la Semana Santa y enseñar a las nuevas generaciones el respeto y el compromiso hacia las tradiciones del municipio.

Víctor Domínguez, presidente de la Junta Mayor de Hermandades, expresó su satisfacción por la acogida que ha tenido esta iniciativa: «Este evento no solo es una manera de acercar la Semana Santa a los niños, también está contribuyendo al relevo generacional en nuestras hermandades», afirmó, a la vez que añadió que «es muy gratificante ver cómo los más pequeños se involucran con tanto entusiasmo, ya que este es el futuro de nuestra Semana Santa, y estamos viendo cómo la semilla de la devoción y el respeto por nuestras tradiciones va tomando forma».

Este año, la procesión infantil  contó con la participación de 130 niños inscritos en la Escuela Capuchina, a los que se sumaron muchos otros que, con el espíritu de camaradería, se unieron a la fiesta. En total, más de 200 niños caminaron bajo los pasos, acompañándolos, o dentro de las agrupaciones musicales que añadían ese toque especial al evento. En cuanto a los pasos, la presencia de tallas ilustres, como La Borriquilla, Jesús Resucitado o la Virgen de la Soledad, enriqueció aún más el desfile, que fue acompañado por el vicario parroquial Carlos Herráiz y representantes de todas las cofradías.

Con este tipo de iniciativas, la Escuela Capuchina busca ofrecer una experiencia única para los niños y, a su vez, fomentar el sentido de pertenencia a la comunidad y de respeto hacia las tradiciones que forman parte de la identidad local, que prometen así contar con un futuro prometedor en próximas ediciones. En palabras de Domínguez, «estamos sembrando la semilla del futuro, porque se necesitan de nuevos devotos que continúen con el legado que hemos recibido de generaciones pasadas».