Los fuertes vientos asociados a la borrasca Ciarán han dejado este jueves a su paso por Cuenca numerosas incidencias que han obligado a la intervención tanto de los bomberos del Ayuntamiento y los agentes de la Policía Local como del personal de la empresa concesionaria del Servicio Municipal de Parques y Jardines, Cauler.

Y es que las fuertes rachas han provocado, especialmente a partir del mediodía y por distintos puntos de la ciudad, desde caída de árboles y desprendimientos de farolas hasta el vuelco de contenedores y mobiliario de terrazas y caída de ramas.

Ya a primera hora de la mañana, ante la activación del Meteocam, el Ayuntamiento decidía cerrar el acceso a todos los parques de la ciudad. Cierre que según transcurría la jornada se ampliaría al Parque Fluvial y al pinar del barrio de Fuente del Oro.

La borrasca Ciarán deja su huella por toda la ciudad - Foto: Fotos: L.C / Avisos Cuenca

De hecho, los efectos de Ciarán han comenzado a ser más visibles a partir del mediodía. Momento a partir del que se han registrado caída de árboles en la carretera de la Ruta Turística, el Parque de la Virgen de la Luz, una calle del Siglo XXI, el puente de Fuente del Oro, la calle Escultor Jamete, el Paseo del Júcar, Recreo Peral y la N-400, a la altura de Albaladejito.

A estas incidencias se han sumado caídas de ramas en el cementerio, desprendimiento de una farola de la fachada en la calle Cuenca del Ecuador, desprendimiento de cascotes de la chimenea de un edificio de la calle Colmillo, el vuelco de contenedores en la calle Lorenzo Goñi, así como de mobiliario de terrazas por distintos puntos de la ciudad; sin olvidar el desprendimiento de una celosía de una fachada en la calle Francisco de Luna. Los trabajadores de Cauler, por su parte, han retirado  árboles, cortaron uno en el Siglo XXI y balizaron zonas arboladas de riesgo.

Pero Ciarán no solo ha afectado a la capital, sino que también ha hecho lo propio en la provincia, donde, de 14,00 a 20,00 horas, se han registrado un total de 74 incidencias.

Más fotos:

La inestabilidad atmosférica, sin embargo, no dejará la Península y a partir del sábado el tiempo volverá a mostrar su peor cara con la llegada de una nueva borrasca, esta vez bautizada como Domingos, que traerá consigo fuertes precipitaciones y bajada de temperaturas.