En un mundo cada vez más digitalizado, donde las pantallas dominan el día a día, la importancia de leer sigue siendo esencial. La lectura no solo transporta al lector a mundos reales e imaginarios, sino que también ejercita la mente, amplía el conocimiento y fortalece la empatía, entre un sinfín de aspectos positivos. Es decir, quien tiene un libro, tiene un tesoro. Y qué mejor que aprovechar la Feria del Libro Cuenca Lee para hacerse con el primer ejemplar o para agrandar la colección.  

Desde el pasado sábado y hasta este jueves, la Plaza de España de la capital se convierte en la biblioteca al aire libre más grande de la región, como mínimo, con la puesta en escena de más de una docena de librerías, tanto de la capital como de fuera de la provincia, y un amplio catálogo de libros, que van desde la novela negra o el misterio, pasando por ejemplares de fantasía, ciencia ficción, comedia, drama, terror, thriller o historia, entre otros tipos de géneros. Es también el mejor punto de encuentro, donde conjugan a la perfección libreros, escritores y lectores. Es la hora de pasar página.

La propietaria de la Librería Libreralia, María Jesús Torrecilla, señala que, en estos primeros días de feria, una vez alcanzado el ecuador, «el balance es muy positivo porque han pasado por aquí muchísimas personas de todas las edades». Pero no solo para ojear a distancia los libros, sino también para llevarse un ejemplar a casa. Al fin y al cabo, esa es la intención. De hecho, «las ventas están siendo muy buenas y notables porque a la gente le gusta leer». María Jesús ensalza que Cuenca Lee «permite acercar los libros a los lectores y crear un ambiente inmejorable para dar a conocer las obras de los escritores». 

¡Cuéntame esa historia! - Foto: Manu Reina

En la misma sintonía se encuentra Lucía Evangelio, que trabaja en la Librería Juan Evangelio, quien destaca que los lectores, tanto conquenses como visitantes, buscan «todo tipo de libros». Y es que para gustos los colores. Es cierto que el pedido más común, cuando se acercan a la caseta, «son las novedades, que es lo que más atrae». Ya que buscan siempre «lo recién publicado». El hecho de adquirir uno u otro depende de la preferencia de cada uno, aunque «les indicamos o les orientamos, además de ofrecerles distintos libros a partir del género que tengan en mente». 

En este espacio se encuentra también el escritor conquense Juan Soria, que cuenta con una amplia trayectoria, con novelas ya publicadas como Oda a un inocente, Turbas o Némesis, entre otras, además de Sin Vosotros, que presentará él mismo mañana entre tanta expectación. Juan asegura que «veo que la feria se supera cada año, porque cada edición es mucho más animada». El arranque de la presente es «espectacular, con mucha gente que circula y que finalmente compra». Además, el escritor ve la feria como una gran oportunidad para salir del escritorio y «encontrarte con aquellas personas que te leen, generando unos momentos muy buenos porque vienen a darte las gracias, y eso es lo más agradable que existe». El caso de Juan no es único, porque completan la lista de autores conquenses muchos escritores de la tierra. 

Lectores. El flujo de personas por la Plaza de España es una constante, tanto en horario de mañana como de tarde, tanto de pequeños como de mayores, acompañados por sus familiares y amigos. Y es que todos quieren ver qué se lee en esta feria. El pistoletazo de salida con la escritora y periodista Sonsoles Ónega auguró una gran edición, que ahora se está consolidando por la elevada participación. Javier Alejos, por ejemplo, explica que Cuenca Lee «es un buen momento para iniciarse a la lectura o para continuar a los que les guste leer». Este joven conquense recalca que «siempre que tengo un hueco vengo y estoy seguro de que me llevaré un libro a casa». Por su parte, Luis Cañas, ensalza que un libro «te permite viajar a infinidad de mundos» y también «conocer muchas historias de escritores». Con paso firme se recorre cada una de las casetas porque «hay infinidad de libros». 

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Las expectativas son muy positivas de esta feria, que aún no ha dicho su última palabra, puesto que también se espera un sprint final frenético. Tanto hoy, mañana como el jueves, el flujo continuará siendo elevado, aprovechando además el festivo del día 1 de mayo y el propio jueves, que es fiesta en Madrid.