Figurita a figurita

Manu Reina
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La hermandad de la Amargura vuelve a montar su característico belén, que cuenta con unas dimensiones de 25 metros cuadrados y al que visitarán «más de 6.000 personas»

Figurita a figurita

Hasta el más mínimo detalle. El proceso lleva su tiempo, requiere amor y dedicación, además de poseer dotes y mimbres para dar sentido a infinidad de piezas en una misma recreación. El resultado, además, tiene que ser admirable, y ese es el caso del belén de la hermandad de la Amargura y San Juan Apóstol, que vuelve a acaparar el centro de todas las miradas. Lo hace una vez más con una envergadura de 25 metros cuadrados. Es un nacimiento de dimensiones más que suficientes para albergar más de medio millar de figuritas, que se han colocado de manera estratégica. Hay que cuidar cada elemento como oro en paño, porque «no hay duda de que se trata de una obra de arte», tal y como asegura el depositario de la hermandad, Pedro Paños.

El trabajo está casi completado, pero antes de llegar a encender las luces que iluminan el belén han sido necesarias más de 80 horas de dedicación. El belenista Félix Soriano, que es el arquitecto de ésta y muchas más recreaciones, explica que necesita «diez días, como mínimo, para amarlo». El tiempo se reduce gracias a que este nacimiento fue elaborado a mano hace siete años y para crearlo desde cero fue necesario «más de un año». Desde entonces y durante cada Navidad «se desmonta y se guarda el resto de meses». Llegados a este punto, es necesario volver a montarlo de nuevo para que «más de 6.000 personas vengan a visitarlo esta Navidad», calcula Paños.

Es imprescindible que la persona que se ocupe de montarlo de nuevo tenga conocimientos en la materia. En Cuenca nadie sabe armarlo, excepto Félix Soriano. Este belenista explica que «voy poco a poco, con paciencia y sin prisas», que son aspectos fundamentales para llegar a la meta. Tiene que situar más de 500 figuritas por todo el nacimiento, que se sitúa en una de las salas de la sede de la hermandad. Utiliza madera, porexpan y escayola, entre otros materiales, para dar forma a murallas, casas, puentes y vegetación, porque el objetivo es «dar vida a un pueblo hebreo». Lo 'fácil' sería colocar los cimientos y ubicar los figurantes, donde no puede faltar el Santo Misterio y los Reyes Magos, pero este experto en belenes va más allá porque «uso la música para ambientar el nacimiento». El listado de canciones es amplio, aunque predominan «bandas sonoras, como la de La Misión o Braveheart». Pero no solo eso, porque cuando se hace de noche, el Niño empieza a llorar y la Madre responde con un canto. Cuando el sol hace mella en el pueblo, emerge el despertar de un gallo o el rebuznar de un burro. «Tiene todo tipo de detalles que le hacen más espectacular aún», argumenta el depositario de la hermandad. 

Elementos. El listado de figuras es bastante grande. Uno se pierde entre una y otra, aunque llama especialmente la atención una de ellas. Y es que esta hermandad coloca estratégicamente un nazareno, concretamente en un sitio de visibilidad reducida para «incitar a los más pequeños a que lo localicen». Al mismo tiempo que fascinan con la recreación, tienen el gusto de ingerir mantecados y otros dulces que la Amargura prepara con amor en una mesa pequeña, colocando también unos vasos de anís y resolí, justo al lado de un cepillo para donaciones. La visita «tiene mucho encanto y todo conquense debería disfrutarla». 

Pedro Paños, «sin ánimo de desmerecer a los demás», subraya que el Belén de La Amargura «es el mejor de todos, lo mires por donde lo mires». Son ya siete años con este nacimiento, aunque la hermandad siempre ha contado con una recreación desde que se instalara en la sede hace ya dos décadas. En todo este tiempo ha llamado siempre la atención por la «fascinación que genera en cada una de los visitantes», por lo que desde la hermandad invitan a que «vengan un año más para disfrutar de esta obra de arte».

Horario unificado. La Ruta de los Belenes de la Junta de Cofradías (JdC) atrae cada año a miles de personas. Esta edición se inaugurará y bendicirá el próximo día 21 en el Museo de Semana Santa (hora por determinar), con la asistencia y bendición por parte del obispo de la Diócesis de Cuenca, monseñor José María Yanguas. Los belenes se podrán visitar del 22 de diciembre al 5 de enero, en el horario habitual de la Ruta: de 18,30 a 21 horas, salvo los días 24 y 31 de diciembre y 5 de enero, en que el horario de visita será de 12 a 14 horas. Estas son las fechas y horarios oficiales de la Ruta, aunque algunas hermandades abren su belén al público unos días antes. Es el caso, por ejemplo, del belén de la Soledad del Puente, que se inauguró el pasado viernes 8 de diciembre como es ya tradiaiconal. Este nacimiento se podrá visitar los días 16 y 17 de diciembre, mientras que colegios y asociaciones podrán visitarlo con cita previa el resto de días. Además, los visitantes podrán entrar en el sorteo de una cesta especial, coleccionando los sellos de cada uno de los belenes y depositando la cartilla en los buzones instalados al efecto a lo largo de la Ruta. El último día válido para sellar las cartillas es el 5 de enero y el sorteo se celebrará el 7 de ese mismo mes a las 12 horas en el Museo de Semana Santa.

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