Todo comenzó con un paseo por la ribera del Júcar. Un globo movido a sus anchas por el aire llamó la atención de José Manuel. Y como él es de hacerse «muchas preguntas», se cuestionó a sí mismo: «¿Dónde irá este globo?». A partir de ahí empezó a grabar en su teléfono las primeras ideas de ese viaje imaginario por Cuenca. Llegó a casa y le dio forma a la historia. Y «como una cosa lleva a otra», después de escribirlo, comenzó a ilustrarlo. Lo hizo «pintando como pintan los niños con ceras blandas, con energía y fuerza», comenta. Realizó una «primera maqueta» en papel y de ahí lo pasó a formato digital a través de un programa de ilustración, «pero manteniendo la misma esencia».
Así nació el cuento infantil El viaje de Globo Rojo, que ha sido editado gracias a una subvención del Consorcio de la Ciudad y que ya ha sido presentado en público. Orientado para niños a partir de tres años, cuenta la historia de este esférico personaje en un recorrido por nuestra patrimonial ciudad, y es que Cuenca es el escenario donde transcurre buen parte de la historieta. El globo –explica José Manuel– «tiene emociones al perder el contacto con su niño» y eso da sentido a la obra. Sin destripar nada, el pedagogo destaca que a través de la narrativa de la historia ha querido plasmar su afición por viajar, descubrir y conocer otros lugares.
Un aspecto fundamental y realmente loable es que El viaje de Globo Rojo es un libro inclusivo, pues entre los propósitos de su autor se encontraba el llegar al mayor número posible de niños y que ninguna diversidad funcional fuera obstáculo para ello. De esta forma, utiliza una tipografía específica que es «amigable» para personas con dislexia «para que lo puedan leer sin confundirse con las palabras». Pero hay más, pues este álbum ilustrado tiene un código QR que redirecciona a material extra adaptado para niños con autismo y otros problemas del lenguaje, mediante pictogramas. Asimismo, se ha editado un audiolibro para invidentes y un videocuento en lengua de signos para niños sordomudos.
José Manuel respira felicidad, pues por fin toca con sus propias manos aquella idea que se gestó en un paseo por la ribera del río. Además es algo que le apasiona, y se nota cuando habla de ello. Para él la literatura infantil es «arte y belleza» porque «conmueve y emociona». Reconoce que «vibra» con las historias, los colores y las técnicas en los dibujos, sin olvidar, claro está, la capacidad para llegar a los niños y «transmitir valores a esas nuevas generaciones». Eso, remata al respecto, es «maravilloso». De hecho, El viaje de Globo Rojo es su primera obra publicada, pero no la única. Entre bambalinas tiene bastantes proyectos de álbumes ilustrados prestos y dispuestos a que comience la función. Tanto es así que espera que alguna editoral se fije en este primer trabajo y entienda que merece la pena darle una oportunidad a cualquiera de sus otras historias para niños con el objetivo de que sean contadas.
El viaje de Globo Rojo ya está a la venta en prácticamente todas las librerías de la ciudad y a través de elviajedegloborojo@gmail.com. Desde aquí han salido ya pedidos a Zaragoza, Madrid, Málaga e incluso Lisboa. El libro viaja tan rápido y a lugares tan bonitos como aquel globo de la ribera del río...