Hasta el más mínimo detalle. No es para menos teniendo en cuenta que se exponen más de 10.000 figuritas. Es la recreación más esperada para estas navidades e incluso han tenido que pasar ocho años para verlo de nuevo en escena. Cuenta con más de un centenar de escenas y su autor, José Andrés Sevilla, confía en encandilar por cuarta ocasión a todos los visitantes que pasen por la Sala Iberia de la capital. Es el belén de los belenes, sin duda. Su gran particularidad es que está confeccionado de Playmobil. La expectación por verlo crece a medida que se acerca su fecha de inauguración, que será el 19 de diciembre.
Pero antes de poder asombrar a pequeños y adultos, es necesario «un esfuerzo y trabajo de muchas semanas». El creador de esta maravilla, con unas dimensiones de más de 50 metros cuadrados, comenzó hace apenas unos días a dar forma a un sinfín de bolsas y cajas. Todas contienen «grandes tesoros para mí». Unas de mayor o menor tamaño, pero todas con «un significado muy importante». Las primeras piezas ya están montadas, «tras empezar a diseñar el montaje a finales de octubre». Tras marcar la hoja de ruta con solo algunos papeles, porque «tengo todo en mi cabeza», es la hora de rematar la faena. En esta travesía de sudar la gota gorda contará con la ayuda de su sobrino Héctor, además de muchos otros familiares. José Andrés Sevilla explica que le gusta separar las escenas con el fin de que «el espectador pueda diferenciarlas bien, unas de otras». Una parte de ellas ya fueron expuestas hace una década, pero en todo este tiempo ha ido coleccionando más. Entre algunas novedades, destaca el puesto de alfarería «con figuras muy pequeñas elaboradas con barro de verdad». También aparece una escena de los gancheros, con el traje típico, o el monumento al nazareno en miniatura, además de alfombras. El circo romano o una floristería tienen cabida también en esta obra que tiene un valor «incalculable».
Medieval. En general, es un «poblado medieval», típico de Belén, con todas las figuras ambientadas en estilo medieval. Pero habrá diferentes rincones, con un espacio reservado para Egipto, el Castillo de Herodes o el puente de San Pablo y la Torre de Mangana, como claros guiños a Cuenca. Además, los edificios son de color blanco, con un criterio razonable, «porque así destacamos las figuras de Playmobil». El suelo, aprovechando el espacio principal de exposiciones de la Sala Iberia, se utilizará para volcar diferentes tipos de arenas o chinas. Y es que todo está pensado al detalle, como usar este recinto en forma de 'L'.
En liza habrá «más de 10.000 figuras», de las cuales más de dos millares son de personas. La cifra se completa con muchos detalles. Infinidad de árboles y leones, 200 ovejas o 100 ratas son algunos ejemplos, sumado a barcos de diferente estilo y envergadura, carros de combate, herramientas... Hay que verlo para creer. De hecho, el autor reconoce que ha perdido la cuenta y que no tiene una cuantía exacta.
Este belén estará expuesto hasta pasada la festividad de Reyes y durante su exposición habrá un concurso para todos los participantes, donde cada uno podrá rellenar una tarjeta, y optar así a un Playmobil pequeño de regalo. Además, José Andrés Sevilla desvela que, siguiendo la tradición, «esconderemos un mono de tamaño reducido para que los visitantes, especialmente los pequeños, intenten encontrarlo». No será difícil, «porque tampoco es plan esconderlo muy adentro, aunque tendrá su dificultad dar con él».
Paciencia. José Andrés, armado de «paciencia» como gran secreto para adentrarse una vez más en esta odisea, detalla que «lo más complejo de armar este belén es hacer las escenas que tienen más altura». Tiene que dar vida a un castillo y un templo, forrarlo íntegramente con papel pintado para que simule la roca. Otra de las faenas más importantes es «dar forma al mercado, porque hay que ir colocando una cesta tras otra, una por una». Tan solo hay una petición por parte del autor, como en cualquier caso cuando se expone una obra, y es que «se ve pero no se toca». Es importante que los visitantes tengan la conciencia de que con cualquier paso en falso, se puede ir todo al traste.
El creador de esta joya de la corona de la programación navideña conquense incide en que la Sala Iberia es «un lugar privilegiado para exponer el belén, gracias a que se encuentra en todo el centro». Una ubicación «perfecta para que venga mucha gente a visitarlo». La belleza de su creación ha cautivado la atención en Ciudad Real o Sevilla, «pero es imposible montarlo allí porque me tendría que ir a vivir allí para poder exponerlo».
Este genio y amante del mundo Playmobil, que en su día a día ejerce como docente del CEIP Hermanos Valdés, reconoce que siente responsabilidad al ser «uno de los reclamos de la Navidad en Cuenca». Y así será porque «merecerá la pena».