Lo de escribir no le es ajeno, ni mucho menos. Ya de adolescente tenía esa necesidad de plasmar por escrito historias, relatos, cuentos... Una pasión que lejos de mitigarse con el tiempo fue creciendo en su interior y le llevó irremediablemente hacia una profesión, el periodismo, donde la escritura es el leitmotiv y a la que lleva dedicado por completo más de 30 años de su vida, más de la mitad ligado al Grupo Promecal, en la actualidad como redactor jefe de La Tribuna de Cuenca.
Pero, por si esto fuera poco, ahora, da otra vuelta de tuerca y se zambulle de lleno en la literatura con su primera novela Cuando sopla el nordeste (Ediciones Camelot). Con ésta, José Luis Enríquez León (Madrid, 1966) se adentra en una nueva faceta, que, por ejemplo, le lleva a intercambiar papeles y pasar de entrevistador a entrevistado; algo que dice llevarlo bien, aunque reconoce que no deja de ser «extraño». De todos modos, afirma estar «cómodo y muy a gusto» en este nuevo rol, que califica como «una experiencia más».
De Cuando sopla el nordeste, dice que se trata de «un thriller rural donde nunca pasa nada», una novela negra ambientada en Lugo y Asturias, que arranca con el hallazgo del cadáver de una mujer en un acantilado de la costa lucense, dando paso a una intensa trama que atrapa al lector, casi desde el primer momento.
El trabajo ya está hecho y la novela lleva ya un tiempo en las librerías, pero ¿cómo fue ese paso de afrontar la escritura de su primer libro y cuánto tiempo le llevó?
Llevaba tiempo dándole vueltas, eso es verdad. Supongo que esa es un poco la maldición de los periodistas, que todos al final queremos escribir alguna novela, pero no es nada fácil. En mi caso, empecé en el verano de 2022, en septiembre, y terminé en mayo del año pasado.
Se puede decir que este libro surgió en un pueblo de la costa de Lugo. Precisamente, paseando por allí fue cuando me surgió la idea central de la novela. Ya llevaba años dándole vueltas a una historia y paseando por allí ese verano, de pronto, surgió el momento y a partir de ahí ya empecé con el proyecto, a estructurarlo y después de hacer un refrito o mejor dicho 'sofrito', ya me puse con ella. Y es que tenía muchas ganas de escribirla.
Después de ponerse manos a la obra, ¿cuál fue la mayor dificultad a la que se enfrentó con este libro?
Lo más complicado fue disponer de tiempo para ello. Me hubiera gustado tener más. Y es que tenemos un trabajo, el de periodismo, que es muy exigente, echamos muchas horas, lo que no te permite poder dedicarte a escribir un rato todos los días, que es lo que me gustaría, y no dejemos a un lado que ya tengo una edad [sonríe].
Quitado ese pequeño problema, lo he solventado con fines de semana, quizá por eso he tardado tanto en escribirla, aunque también es verdad que no me había marcado ningún plazo y, por lo tanto, no tenía ninguna obligación.
Más allá de esta falta de tiempo, quizá el mayor reto ha sido darle una uniformidad a la historia, que, a pesar de tratarse de un relato de ficción, tuviera coherencia. Eso quizá es lo que más me ha preocupado. Unir todos esos elementos, esa especie de puzle, y darle un sentido común a todo. Además, siendo la primera, eso es lo que más me ha costado. No sé si lo he conseguido. Espero que sí.
Pero, ¿está satisfecho con el resultado de su novela?
Sí, claro. Estoy satisfecho. Esa es la verdad. Eso sí, cuando la releo, veo cosas que las cambiaría o las haría de otra manera, pero en esta profesión nos pasa siempre, y eso no se puede hacer. Estoy contento. Además, la gente que la ha leído –la mayoría son amigos y otros no tanto– me está diciendo que les ha gustado. Y es la mayor satisfacción que tengo. Eso está claro.
Hablando de valoraciones, ¿cuál es la crítica a su novela que más teme?
Al principio, lo que más me preocupaba es que estuviera bien escrita, que fuera correcta, hasta el punto de preguntarle a mucha gente, precisamente, esto. Y, de hecho, antes de publicar la novela, la leyeron tres o cuatro personas y yo les preguntaba si creían que tenía un mínimo de calidad para ser publicada y me dijeron que sí. Es gente en la que confío y por eso me gustó mucho.
Otra cosa que me preocupaba era que no tuviera credibilidad y fuera tomada un poco a chiste ¿no? Es ficción y todo está inventado, aunque haya algunas alusiones a cosas que sí han pasado, pero lo que es la trama es todo ficción, de ahí que esperara que todo eso fuera un relato creíble.
¿Por qué una novela negra?
Porque a mí me apasiona. Me gusta mucho. Es verdad que es un género que está muy de moda, pero las modas están ahí. Es un tipo de novela que me gusta mucho, disfruto mucho leyéndola y por eso he intentado hacer algo que a mí gusta.
¿Qué objetivos busca con la novela?
En concreto, busco dos objetivos. Uno es entretener al lector, que disfrute leyéndola, pase un buen rato y le enganche. Es decir, cuando te pasa que estás leyendo una novela y estás deseando llegar a tu casa para retomar la lectura en la página en la que la dejaste, pues eso es lo que busco. Lo mismo que me ha pasado a mí con novelas que leo. En definitiva, intentar conseguir que el lector de mi novela esté ahí, intrigado, durante el tiempo que dedique a leerla.
Y luego hay otro objetivo que es que el lector tome conciencia sobre lacras que hay en la sociedad. No puedo hablar mucho de ello, porque no quiero desvelar cosas de la trama del libro, pero en esta novela sí se esconde una denuncia social sobre algunas lacras, que creo que son muy lamentables y que afectan a nuestra sociedad. Ahí están y es como si se mirara hacia otro lado.
Cuando sopla el nordeste, ¿de dónde viene este título?
El título de la novela responde al hecho de que está ambientada en la costa de Lugo, donde suceden los hechos y donde comienza la trama con el hallazgo del cadáver de una mujer en una antigua cetárea de marisco, de esas naturales que funcionaban con las mareas. Es una zona donde el viento predominante es el nordeste. Es la zona del Cántábrico, sobre todo lo que se llama la Mariña Lucense y el Occidente Astur.
Es un viento muy típico que influye en las mareas e, incluso, en la manera de ser de las gentes, porque es un viento muy notable, muy fuerte, que trae cosas, pero que se lleva otras. Y en el título juego un poco con esa metáfora. El viento muchas veces se lleva las nubes y deja ver lo que hay. Y precisamente por eso el nordeste es la palabra clave. De hecho, al principio la novela se iba a titular Nordeste, pero tenía un grupo de gente que no les convencía del todo y, sin embargo, cuando les propuse Cuando sopla el nordeste, ahí hubo unanimidad.
¿Es una historia de buenos y malos?
Básicamente, sí, aunque sea un poco relativizarlo. Siempre pasan cosas en todos los sitios, incluso en zonas como ésta, que se supone que es un sitio tranquilo y todo el mundo dice que aquí nunca pasa nada. Y sí que pasan cosas. Volviendo a lo de la denuncia social, muchas veces pasan cosas, pero se prefiere mirar a otro lado y también pasan cosas, porque el mal existe, que es un tema que a mí me gusta mucho, la condición humana. El mal existe al igual que el bien. El hombre es capaz de hacer cosas maravillosas, como una vacuna en tiempo récord o inventar internet, pero también es capaz de cometer verdaderas barbaridades.
Por eso, básicamente es una novela de buenos y malos, por un lado, de unos malos y por otro un grupo de investigación, en este caso, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), que les he querido dibujar como personas normales. Personas que tienen su trabajo, que es investigar, nada más. He querido huir de personajes atormentados y optar por una gente que su trabajo es encontrar la verdad o, por lo menos, como dice el protagonista principal «la versión más aproximada de la verdad».
La trama se desarrolla principalmente en Lugo, ¿por alguna razón?
Sí, claro. Quería homenajear a la que es mi tierra de la infancia, donde tengo profundas raíces familiares. Es un sitio que adoro. Es probablemente el sitio donde me siento más feliz del mundo. Conozco bien el lugar, todo lo bien que se puede conocer, y, de alguna manera, quería que fuera un homenaje, ya que era mi primera novela. Al principio no pensaba ambientarla allí, en Ribadeo y alrededores, pero, al final, aquel día que estaba dando un paseo por la zona, abrí los ojos y me dije «aquí tiene que ser, ésta tiene que ser la historia y aquí tiene que empezar».
¿Qué le diría a ese lector que todavía no ha leído su libro para que lo hiciera?
Le diría que creo que es una novela que atrapa, que desde el primer momento engancha, que te abre los ojos, entretiene y, además, te hace pensar un poco sobre el mundo en el que vivimos. Y es que en la novela se abordan cosas que tienen que ver mucho con lo que yo llamo el pasado reciente y el presente inmediato, porque vivimos en una sociedad donde todo pasa tan rápido que en esta novela se entienden muchas de las cosas que están pasando ahora y que vienen de hace pocos años. Creo que es atractiva, se lee rápido y con la que el lector puede pasar un buen rato.
¿Qué le gustaría que ocurriera con este libro?
Pues, hablando del nordeste y hablando de viento, que me lleve donde sople. No tengo ninguna pretensión de ningún tipo. Todo lo que sea, bienvenido sea. ¡Claro! que me gustaría que hubiera una segunda edición y, sobre todo, me gustaría que funcionara de boca a boca, que es la manera de que se lea más, de que llegue a más gente y tenga un buen recorrido.
La ha publicado una editorial pequeña. Es una editorial, a la que estoy muy agradecido, que tiene nombre de reino, Camelot. Publicar en un reino de libros no está nada mal para empezar, ¿no? Además, ha hecho un buen trabajo.
¿Habrá más casos para este equipo de la UCO, el capitán Martín García y la agente Elsa Crespo, o ya tiene en mente un libro distinto?
Claro que sí. Ya está en marcha. Te voy a dar dos pistas: seguimos con viento y seguimos con mar, en este caso, nos vamos a Formentera. El mar es una constante, es un tema que me gusta muchísimo y creo que no va a faltar nunca. Y, de momento, voy a seguir con ellos por ahí, con otro caso y vamos a ver qué deparan.
Esta segunda novela voy a hacerla igual que la primera, porque no tengo plazos de entrega, no tengo obligaciones y la hago para disfrutar, con lo cual me siento totalmente libre para escribir como quiero. Lo único es que tenga el tiempo para hacerlo, que es el auténtico problema.
Para terminar, ¿dónde se puede conseguir un ejemplar de Cuando sopla el nordeste?
Bueno, Cuando sopla el nordeste, que tiene una edición limitada, se puede encontrar, tanto en la web de la Editorial Camelot como en otras plataformas de internet y luego también, donde no esté en soporte físico, en papel, se puede pedir en cualquier librería y te la consiguen en un plazo mínimo de tiempo.