Una araña por aquí y otra por allá. También hay calabazas, telarañas, fotos, sombreros, murciélagos y calaveras. Tantas cosas como sean necesarias para convertir las aulas del Colegio La Milagrosa en un espacio terrorífico. No es que sea resultado de un embrujo al uso, sino que tanto alumnos como claustro han ambientado su centro para celebrar por todo lo alto Halloween. El entusiasmo es tan elevado que basta con pasar a cada una de las clases para comprobar que hay un trabajo de miedo.
Rocío Motos, una de las profesoras del colegio, detalla que «durante tres días hemos hecho manualidades para decorar nuestras clases» y recalca que «lo hemos elaborado con la ayuda de todos los alumnos, que desde el primer momento están entusiasmados con la idea». Ya no solo por tirar de tijeras y cartulina, sino porque «se han traído incluso cosas de casa para que sea todavía más terrorífico». No obstante, la mayoría de los detalles son de elaboración propia. Incluso un «ataúd que nos ha llevado más tiempo hacerlo, pero ha merecido la pena porque nos encanta el resultado, como también se puede comprobar con la sepultura».
El Colegio La Milagrosa cuenta además con la colaboración de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) para disfrutar de un Túnel del Terror, en la Sala de Usos Múltiples, por donde los pequeños pasaron ayer para hacer frente al terror y un sinfín de sorpresas. El claustro agradece la implicación del AMPA del colegio para llevar a cabo este tipo de iniciativas que permiten la dinamización del centro a través de actividades, actos y festividades. Rocío Motos subraya que su «implicación es fundamental» y agradece «el esfuerzo que hacen, con una gran originalidad». La programación se completa hoy en horario lectivo con «distintos talleres y juegos de memoria», tal y como apunta el jefe de estudios del centro, Manuel Esparcia. Como curiosidad, «los alumnos tienen que venir disfrazados». Es el broche perfecto para ambientar de miedo todo el edificio.
La ilusión se puede ver en las caras de los estudiantes. Lucía Ortega reconoce que Halloween es «una fiesta que me gusta» y avanza que «voy a venir al colegio disfrazada de niña endemoniada». Ahora tiene valentía, pero reconoce, entre risas, que «me da un poco de miedo». Por su parte, su compañero, Lucas Merchante, resalta que «hemos elaborado todos juntos diferentes cosas para ambientar nuestra aula de terror». Este pequeño, que acudirá a clase caracterizado de hombre lobo, subraya que este día es «muy divertido y entretenido que me gusta mucho». El Colegio La Milagrosa es un centro inscrito en el programa de bilingüismo BEDA y dentro de este marco, «tenemos que hacer festividades de carácter anglosajonas, como es el caso de Halloween», apunta Manuel Esparcia. El reto es «hacer cada año actividades dinámicas y divertidas, y está claro que ésta también lo es». Unas palabras que también subscribe el director, Isidro García, que apunta que «tenemos que estar a la altura de las circunstancias y actualizados en el día a día», por lo tanto, «teniendo en cuenta que los chicos están muy integrados en esta festividad desde hace muchos años, tenemos que celebrarla en el colegio». «Tenemos que ser conscientes de ello», añade. Más que nada porque «a ellos les hace mucha ilusión».
Así, el Colegio La Milagrosa vivirá hoy una frenética mañana donde habrá más de un susto entre un rincón y otro. El resto de colegios de la capital también se han sumado a la causa y festejarán esta fiesta de disfraces que dan terror en el buen sentido de la palabra.