Este 2024, como consecuencia de la puesta en marcha del nuevo modelo de las Fuerzas de la OTAN, corresponde a España liderar el Grupo de Combate Presencia Avanzada en Eslovaquia. Un despliegue clave, dado el actual escenario geoestratégico en la zona, enmarcado en el refuerzo combinado de los aliados al flanco Este de Europa.
Será a partir del próximo 1 de julio cuando el Ejército español tomará el mando de esta misión, en un país en el que nunca antes había desplegado tropas, comandando una brigada multinacional de ocho estados fruto de la actual estrategia de la alianza tras la invasión rusa de Ucrania y que se acordó en la Cumbre de Madrid de junio de 2022.
En concreto, España se situará al mando de alrededor de 2.000 uniformados, una vez tome el relevo de la República Checa el próximo 30 de junio. Una presencia militar de los países aliados orientada a asentar los planes de defensa nacional de la propia Eslovaquia, Estado centroeuropeo que comparte frontera con Ucrania.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, se desplazó hasta el lugar hace unos días para dar su apoyo al contingente patrio y conocer de primera mano esta misión, acompañada del jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante Teodoro López Calderón, y el jefe del Mando de Operaciones, teniente general Francisco Braco.
España mantendrá allí de manera permanente 776 militares, lo que le convierte en el mayor contribuyente. El 30 de junio asumirá el papel de Nación Marco de uno de los ocho Battle Group (grupo táctico) que la Alianza Atlántica tiene desplegados en el flanco Este para disuadir a Rusia de atacar a un aliado.
Integran también de forma permanente este grupo de combate, con base en la localidad eslovaca de Lest, unidades del país anfitrión (50 militares), Eslovenia (104), la República Checa (150) y Portugal (80 efectivos con carros de combate Leopard). Además, en el contingente de la misión participan soldados de Estados Unidos con una compañía de infantería, Rumanía (sección de defensa contracarro) y Turquía. Los militares de este último país están alertados en su lugar de origen y desplegarán «cuando se les llame» (on call, en inglés) para ejercicios, cursos y jornadas.
Un comando avanzado, compuesto básicamente por personal español al mando de un coronel, reforzado por militares de otros países aliados, será el encargado de que el grupo de combate pase a ser brigada, siempre que lo requieran las autoridades de la OTAN. En este caso, lo tendrá que dirigir un general.
Compromiso firme
Las Fuerzas Armadas españolas iniciaron el pasado 20 de enero el despliegue progresivo de personal y capacidades en Eslovaquia, cuya primera fase finalizó el 26 de febrero.
Hasta el 2 de mayo, el departamento de Robles tenía desplazados 607 soldados, a los que se unirán otros 169 a mediados de junio. El grueso del contingente pertenece a la brigada de Galicia, que será sustituida por la brigada paracaidista (Bripac) el próximo 15 de julio.
Asimismo, el Gobierno español aporta alrededor de 250 vehículos de combate, entre ellos varios Centauro (blindados de ocho ruedas), VAMTAC (aparatos de alta movilidad táctica que pueden llevar incorporados misiles) y de tipo pesado VEMPAR, a los que se sumarán otros 60 en el mes de junio.
Además, en este segundo semestre del año se enviará una unidad de helicópteros (tres Tigre y dos NH-90), que se ubicarán en Kuchyna, donde España tiene 16 militares.
Las principales actividades de la brigada multinacional serán el entrenamiento cruzado y la interoperabilidad, con la vista puesta en ser algo más que una formación de equipos. Así, en octubre próximo está previsto llevar a cabo un ejercicio de certificación para alcanzar la capacidad operativa plena y en junio se realizará el primer ejercicio de brigada liderado por España.