En la vasta tela de la solidaridad, los hilos invisibles pero poderosos son tejidos por manos comprometidas, corazones generosos y mentes altruistas. En el corazón de esta red está Cruz Roja, una organización emblemática que, día tras día, responde a crisis, brinda alivio y promueve la dignidad humana en todo el mundo. Tiende siempre la mano para ayudar al más necesitado. Detrás de cada gesto heroico e intervención vital, existe un componente fundamental, como son los socios que, con su compromiso continuo y sus contribuciones económicas, hacen posible la misión de esta icónica institución.
Cada uno aporta su granito de arena. Vicente Moragón, Carolina Martínez y Elena Gómez son tres ejemplos de ello y también la punta del iceberg de Cruz Roja Cuenca, que cuenta en la provincia con un total de 6.710 socios, de los cuales 4.879 residen en la capital. Estos tres protagonistas coinciden en la importancia de «ayudar»porque esta institución «hace una labor muy buena» que permite a los más necesitados tener una «oportunidad».
Vicente Moragón, que tiene 83 años y lleva pagando religiosamente su cuota anual desde 2002, señala que Cruz Roja Cuenca ejerce «una labor muy buena» y apunta que «quién sabe si el día de mañana tengo que pedirles ayuda yo». Convencido, explica que «todos podemos aportar nuestro granito de arena, aunque sea pequeño, pero la suma es muy importante» para que la organización «pueda realizar distintos proyectos e iniciativas». Así, Vicente, que se inscribió como socio a raíz de forjar una relación estrecha con la organización desde hace más de dos décadas, tiene muy claro que «hay que ayudar siempre y lo haré hasta que Dios quiera». Y ese valor de solidaridad es el que quiere inculcar a su nieto de 12 años, a quien también inscribió en Cruz Roja prácticamente desde que nació.
Por su parte, Elena Gómez se manifiesta en la misma línea y señala que «es muy importante que ayudemos un poco entre todos». También recomienda «a cualquier persona a que se haga socia porque es un gesto de solidaridad que ayuda a muchas personas que lo necesitan». A sus 46 años y tras «muchos años como socia», tiene muy claro que ayudar al prójimo es uno de los valores que tiene que poseer cualquier persona. También devuelve todo lo que le ha dado Cruz Roja, ya que «mi padre recibió el colgante con el botón de emergencia y era una ayuda vital para él y para toda la familia». Pero no solo eso, sino que además participó hace años en distintos cursos y formaciones que imparte la institución.
Elena Gómez no solo se siente orgullosa de ser socia, sino que también de que su hija Carolina lo sea desde hace dos años. La joven, que tienesiete años, explica que le gusta mucho serlo porque contribuye a que niños de su misma edad «también tengan ayuda para hacer los deberes».
Contribución. Cruz Roja Cuenca cuenta en estos momentos con un índice de penetración «elevado», teniendo en cuenta el número de habitantes de la provincia y en comparación con otras. Por lo que la contribución de los conquenses «es muy positiva». El responsable provincial de captación de fondos y alianzas, Juan Carlos García, recalca que los socios «son fundamentales para nosotros y suponen una aportación primordial para llevar a cabo todas nuestras acciones, programas, cursos, proyectos e iniciativas de ayudas». Tanto que «no sería viable Cruz Roja sin sus socios, porque son la base esencial». El responsable apunta que la media de cuota, que se puede fraccionar a gusto y comodidad de cada uno, es de 90 euros. También señala que históricamente la edad media del socio era elevada, pero «está creciendo el número de socios menores».
En última instancia, los socios de Cruz Roja son los pilares fundamentales de la solidaridad global. Su compromiso continuo y desinteresado no solo brinda recursos vitales para la organización, sino que también encarna el espíritu mismo de la humanidad en su forma más pura. En un mundo donde la adversidad y la incertidumbre son omnipresentes, su presencia y apoyo son un recordatorio poderoso de que, juntos, se pueden superar cualquier desafío y construir un futuro más brillante y solidario para todos.