Un embajador de la cultura

Juanjo del Toro
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Durante más de 30 años, Antonio Solera lleva la cultura de Tarancón por toda España con la Coral Malena, de la que ahora es presidente

Antonio Solera, en la sede de la Coral Malena, ubicada en la Casa de las Asociaciones de Tarancón. - Foto: JJ.TT.

Si algo es indiscutible para los vecinos de Tarancón es que de los muchos embajadores culturales que componen el municipio, la Coral Malena es uno de los más nombrados tanto por la provincia como por el resto de España. Un grupo que desde hace varios años está presidido por Antonio Solera, miembro desde hace más de tres décadas y que decidió dar el paso al frente poco después de la pandemia. 

Fue en 1987 cuando el protagonistas de nuestra historia se adentró en esta aventura musical con la que está orgulloso de poder decir de haber llevado el nombre de Tarancón por diferentes rincones de España. Además, desde hace siete años también forma parte de otro grupo de raíz en la localidad como es El Sotanillo, dos ejemplos que clarifican la pasión por la cultura que siempre ha movido a Antonio, ya fuese de forma independiente o con diferentes agrupaciones. «La música es una salida, a mi siempre me ha gustado», afirma Solera en relación a una formación adquirida de forma altruista durante todos estos años al igual que la mayoría de gente que componen la coral.

Del mismo modo, el actual máximo responsable de la Coral se «enorgullece» de la «compañía» que hay en el grupo y del «gran apoyo» que asegura haber encontrado en todos sus integrantes, especialmente en Patricia Portilla, secretaria. «Es una vía de escape crucial y que encima, al igual que pasa con El Sotanillo, te llena de ilusión porque vas conociendo otros rincones llevando la esencia de tu pueblo», señala Solera como forma de «reivindicar en cierta manera» la cultura de su comarca. 

Foto de familia de la Coral Malena en la década de 1980, cuando entró Antonio.Foto de familia de la Coral Malena en la década de 1980, cuando entró Antonio. - Foto: C.M.

Tras varias décadas desarrollando la función de «altavoz cultural», afirma que desde la agrupación están en un «buen momento» a raíz de los cinco años en los que lleva al frente y en los que subraya la «buena gente» que asegura le rodean desde que encabezó la Coral, estando en «uno de los momentos más álgidos» desde que se formó esta agrupación. Además, señala que están en plena campaña de captación para poder «meter savia nueva» siempre teniendo claras las referencias tradicionales.

Renovación con esencia. Con treinta años en la coral y cinco al frente de la misma, se muestra «satisfecho» por saber captar, junto a la ayuda de la directiva, una renovación que da sus frutos. «Me llena de orgullo ver todo lo que estamos consiguiendo, es crucial mantener vivas nuestras raíces», confiesa Antonio sobre una agrupación que siempre estuvo del lado de la cultura taranconera con 'hitos' como la aportación vocal al pasodoble Tarancón.

«A mí me aporta siempre paz y tranquilidad, algo recomendable para todos en este tiempo de estrés constante en el que estamos rodeados», comenta el presidente que destaca el carácter «altruista» que siempre le caracterizó a la hora de hacer de baluarte de la cultura taranconera desde la Coral con el resto de integrantes. 

Con la visión puesta en un futuro próximo, afirma que tras tantos años en el 'frente' de la Coral, sí le gustaría dejar la presidencia en manos de un espíritu joven. «Me gustaría que recogiese la dirección una persona joven que siga adelante con los nuevos aires que desde la Coral estamos intentando impulsar ya», afirma Antonio que, cómo alma inquieta que es por la cultura local, confiesa el gran sentimiento que tiene por los «dos amores» que resultan para él los dos grupos musicales locales. 

«Sin ellos no podría estar, es una vida que me llena y me da una satisfacción inmensa saber que estamos haciendo algo por preservar la cultura en la zona», confiesa el protagonista, que afirma que se echará a un lado cuando confíe tal importante misión en una persona que sepa continuar con la proyección para mantener la esencia cultural.