El Rebi Cuenca remó de nuevo hasta la orilla y se quedó a las puertas de poder puntuar en su complicado partido a domicilio ante el BM Torrelavega (28-25). Los pupilos de Lidio Jiménez fueron siempre a remolque y suman una nueva derrota que les impide crecer en la tabla.
Rudolph Hackbarth incide en que «no hemos sido capaz de remontar tres goles de diferencia» y pese a intentarlo por activa y por pasiva, «se hace muy complicado» ante un adversario «muy difícil en su pista». «Nos hemos precipitado un poco en ataque», añade. Los conquenses intentaron remontar el marcador, pero por mucho esfuerzo que hicieron, los locales supieron jugar sus bazas y defender la renta con uñas y dientes.
El extremo derecho brasileño resalta que «ahora toca trabajar y pensar en el siguiente partido», porque de nada vale lamentarse más tiempo en esta jornada. La derrota en tierras cántabras es la tercera consecutiva lejos de Cuenca. Es decir, el Rebi Cuenca todavía no conoce la victoria o al menos puntuar como visitante en este inicio de competición. Es cierto que el plantel se deja todo en la cancha y no ha tenido mucha suerte en sus salidas.
Ahora, el equipo de Lidio Jiménez, que mantiene la novena posición en la tabla, tiene más margen para tomar oxígeno y pulir todos los detalles que quedan por mejorar, ya que el Rebi Cuenca no volverá a jugar hasta el 16 de noviembre, donde los conquenses recibirán en El Sargal al Balonmano Logroño. Es un partido difícil de afrontar ante el sexto clasificado, aunque los pupilos de Lidio Jiménez se han mostrado mucho más fiables en casa.