El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reconoció este martes que tiene diferencias con su principal aliado, Estados Unidos, sobre lo que pasará en la Franja de Gaza una vez concluida la guerra con el grupo islamista Hamás.
"Sí, hay desacuerdo sobre el día después de Hamás", dijo Netanyahu, según un comunicado difundido por su oficina.
Estados Unidos, principal socio de Israel, ha propuesto que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna partes reducidas de Cisjordania ocupada, tome el control en la Franja de Gaza después de la guerra, pero Netanyahu ha rechazado vehementemente esta propuesta en varias ocasiones.
"Después del gran sacrificio de nuestros civiles y nuestros soldados, no permitiré la entrada a Gaza de quienes educan para el terrorismo, apoyan el terrorismo y financian el terrorismo", indicó Netanyahu.
La ANP, encabezada por el presidente palestino, Mahmud Abás, perdió el control de Gaza en 2007 -cuando Hamás tomó el poder por la fuerza- y sostiene acuerdos de cooperación con Israel de acuerdo con los Acuerdos de Oslo (1993-1995).
"No permitiré que Israel repita el error de Oslo", recalcó este martes Netanyahu, cuyo gobierno de derecha y extrema derecha ha impulsado políticas de ocupación y colonización en Cisjordania ocupada.
Abás dijo recientemente estar dispuesto a asumir el poder de la Franja, pero la ANP pide que para ello se inicie un proceso de paz con Israel que contemple la creación de un Estado palestino con capital en Jerusalén Este, y Cisjordania y Gaza como territorios integrantes, algo muy lejos de la realidad actual.
"Gaza no será ni Hamastán ni Fatahstán", manifestó Netanyahu, en referencia al grupo islamista Hamás y al partido Fatah, que encabeza Abás.
La guerra estalló el 7 de octubre tras un ataque de Hamás contra territorio de Israel que incluyó el lanzamiento de miles de cohetes y la infiltración de unos 3.000 milicianos que masacraron a unas 1.200 personas y secuestraron a otras 250 en las poblaciones israelíes cercanas a la Franja.
Desde entonces, Israel ataca con fuerza por aire, tierra y mar el enclave palestino, donde ya suman más de 18.200 los muertos, unos 50.000 heridos y 1,8 millones de desplazados, en medio de una grave crisis humanitaria.
Ante una cada vez mayor presión internacional por el cese de los combates, Estados Unidos vetó la semana pasada una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que instaba a un alto el fuego, la liberación de todos los rehenes y el despliegue de ayuda humanitaria en Gaza.
"Tras un intenso diálogo con el presidente (de Estados Unidos, Joe) Biden y su equipo, recibimos pleno respaldo para la incursión terrestre (en Gaza) y el bloqueo de la presión internacional para detener la guerra", dijo Netanyahu este martes.
"Aprecio mucho el apoyo estadounidense", recalcó, luego de que Estados Unidos aprobó recientemente el envío urgente de unos 14.000 proyectiles de artillería a Israel.