Alcaraz somete a Cerúndolo

Manuel Sánchez Gómez (EFE)
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El español arranca como un ciclón en Queen's, remontada en el segundo set incluida (6-1, 7-5)

Alcaraz somete a Cerúndolo - Foto: ANDY RAIN

La transición de Carlos Alcaraz a la hierba ha sido más rápida de la que nadie hubiera podido esperar. En apenas una hora y 22 minutos el murciano sometió a su amigo, el argentino Francisco Cerúndolo (6-1 y 7-5), para recoger su tenis donde lo dejó tras la final de Roland Garros, en lo más alto.

Nueve días después de ganar su primer título en París y tras apenas tres días de ejercicios en la hierba de Londres, Alcaraz derrotó a Cerúndolo con el regusto de lo logrado en la Phillippe Chatrier y con los buenos recuerdos que le trae esta superficie, la misma en la que acumula trece victorias seguidas.

Su asalto a la hierba no podía haber comenzado mejor, con una impresionante victoria ante un rival que le conoce muy bien y que le derrotó en su único duelo, aunque este date de enero de 2019, cuando Alcaraz apenas tenía 19 años.

Tras entrenar el domingo durante más de dos horas juntos, con set incluido ganado para el español, Alcaraz salió como un rodillo en Queen's y se hizo en 30 minutos con un set en el que ganó 21 de los 27 primeros puntos.

El inicio fue arrollador, pero tras media hora impoluta con un solo error no forzado, Alcaraz se desvió al inicio del segundo set y permitió que Cerúndolo, en su primera bola de 'break', agarrara una ventaja que le llevó hasta el 2-5. El argentino, que perdió la rotura y restó para ganar el set con 4-5, dispuso de tres bolas para igualar el partido. Las tres las salvó Alcaraz con el saque, una con un error de Cerúndolo, otra con un saque directo y la tercera con un servicio al cuerpo.

Las oportunidades perdidas sentenciaron a Cerúndolo, que desde el 2-5 no volvió a ganar un solo juego. Alcaraz se recompuso en la recta final y consiguió su primer triunfo en hierba de la temporada.

Una victoria completa, con dosis de superioridad aplastante y de sufrimiento puntual para adaptarse a una superficie traicionera y en la que los errores se pagan al máximo.

La segunda oportunidad para seguir creciendo será ante Mariano Navone o Jack Draper, siendo este último campeón de Stuttgart la semana pasada y número uno británico.

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