Parece que ya no es solo una moda. Los pisos turísticos han llegado para quedarse. Ahora bien, el impacto económico que dejan en el destino es inferior al de los alojamientos reglados como hoteles, apartahoteles o casas rurales. Así lo refleja el último informe Impactur, de 'Estudio del Impacto Económico del Turismo en Castilla-La Mancha', que ha realizado Exceltur y que se ha publicado recientemente.
Analizando la demanda turística que hacen los viajeros que proceden de otras comunidades autónomas, el informe expone que hay una diferencia de 36 euros al día en el gasto que hacen en el destino. En concreto, cuando eligen un alojamiento reglado como un hotel o casa rural, el gasto diario está en 117,3 euros al día, frente al gasto medio que hacen cuando eligen una vivienda de uso turístico, que estaría en 81,6 euros. Menos se gasta en las excursiones de un día, con una media de 47 euros.
Y no es poco lo que está en juego. Los viajeros que proceden de otras comunidades, como pueden ser los madrileños, andaluces o valencianos dejan la facturación más importante del sector turístico en la región. En 2023 alcanzaron un récord histórico, aportando 1.961 millones de euros, superando en un 8,3 por ciento el dato que había de prepandemia. El dato también refleja un incremento respecto al año anterior, 2022, cuando esa facturación estuvo en 1.804 millones. De hecho, ha habido que esperar a 2023 para que por fin se batan las cifras que había de antes del coronavirus.
el impacto del turismo 'doméstico'. Ahora bien, la cifra del turismo 'doméstico' del que hacen los castellanomanchegos por su propia tierra no es nada desdeñable. En 2023 se tradujo en una facturación de 974 millones de euros. Además es significativo que este impacto económico del turismo 'doméstico' lleva creciendo desde la pandemia. El dato de 2023 supera la cifra que había de la época prepandemia en más de 160 millones, lo que denota un crecimiento del 19,6 por ciento.
De la estructura de la demanda turística de Castilla-La Mancha, los residentes en esta región representan casi una cuarta parte. En concreto, un 24,6 por ciento. Eso los sitúa –y con diferencia– por encima de los turistas extranjeros, que representan el 9,3 por ciento.
Esta diferencia se traduce también en el impacto económico, que en el caso de los turistas castellanomanchegos es más del doble que el de los viajeros extranjeros. Los turistas que llegaron de fuera de España dejaron 370 millones en 2023. El pasado año hubo una disminución de esta facturación por parte de turistas extranjeros, en comparación con 2022. La caída fue del 4,6 por ciento.
Además, no se han recuperado los niveles previos a la pandemia. En 2019, por ejemplo, esa facturación de turistas extranjeros estaba en los 402 millones de euros. El año del coronavirus tocó fondo con solo 101 millones.