El Conquense solo ha sumado dos de los últimos 18 puntos en juego, y eso le ha hecho mirar más hacia abajo que hacia arriba en la clasificación. El equipo de Rober Gutiérrez no termina de salir de una dinámica negativa en la que los resultados no acompañan, y es que a pesar de no perder en los dos últimos partidos, tampoco ha saboreado las mieles de la victoria desde finales de octubre. Entonces, todo sonreía los balompédicos. Hoy, aunque las alarmas todavía no se han encendido, sí se han dado algunos avisos que deben hacer reaccionar al equipo.

La semana pasada deja, además de un duelo copero de máxima exigencia para los jugadores, un partido contra un rival directo como el Unión Adarve, en el que quedó patente lo que le cuesta hacer gol al equipo. El 0-1 del minuto 10 fue una losa de difícil remontada y solo el talento de Yuya y el empuje incombustible de Pablo Olivares mitigaron el golpe y lograron unas tablas que supieron a poco a la parroquia blanquinegra.

El propio Olivares, uno de los pilares maestros de las huestes de Rober Gutiérrez, explica que «estamos siendo superiores a los rivales, pero nos están penalizando las áreas y el balón parado». En su radiografía sobre los últimos resultados, el de Villar de Olalla destaca que «somos mejores que ellos en todas las facetas del juego, hacemos mejor fútbol, pero el balón parado nos está castigando demasiado». Por eso, la receta para salir del pozo no es otra que «seguir por la misma línea de estos dos últimos partidos y mejorar algunas acciones puntuales, que pueden darse por falta de concentración».

En concreto, contra el Unión Adarve, el mediocentro conquense subraya que «empezamos muy bien, bien posicionados y con una ocasión a mi cargo que pudo servir para abrir el partido, pero nos meten el gol y surgen los nervios y el querer ganar el partido en dos minutos». Por eso, añade, «lo que hicimos bien en la segunda parte fue tener la tranquilidad que nos faltó nada más encajar el gol, y así conseguimos, al menos, empatar».

Pablo Olivares tiene claro que el gol en contra fue una «acción puntual» y «no merecimos este resultado». Además, se lamenta de que los madrileños del barrio del Pilar eran un rival «de nuestra liga y ganar habría sido más que determinante». 

La siguiente meta volante es el Real Madrid C, que ahora mismo marca el descenso directo. Olivares asegura que el vestuario está conjurado para ganar porque «aunque sea el filial de un equipo top, tendrá sus debilidades». Con todo, a falta de dos partidos para acabar la primera vuelta, asegura que todos hubiesen firmado «estar aquí a estas alturas», y es que «en esta liga ganas dos partidos y te metes arriba, pero los pierdes y miras al descenso». Para llegar bien a ese descanso navideño, el '8' blanquinegro hace un llamamiento a la afición, porque «los necesitamos como estuvieron en la Copa».