La Balona Conquense apaga la luz del vestuario, cierra la puerta con llave y dice adiós a la práctica deportiva. Es una decisión «consensuada» que se viene gestando «desde hace muchos meses», tal y como reconoce el presidente, Fabián Gómez. El máximo mandatario explica que la decisión «es la mejor que hay debido a la situación actual», donde el equipo tiene «muchas dificultades cada semana para confeccionar la convocatoria». Y es que el club, que compite en el grupo I de Primera Autonómica, es colista y la plantilla está mermada de efectivos, pese a que «es la campaña en la que más fichas hemos tramitado». Sin embargo, la renuncia o baja continua de jugadores ha sido la tónica en estos meses.

La decisión llega tras poco más de un lustro. Es una etapa marcada, especialmente, por dos ascensos de categoría. El primer paso fue subir a Primera Autonómica y el segundo, contra todo pronóstico, ascender a Primera Autonómica Preferente, que es una competición «a la que no supimos adaptarnos y cometimos muchos errores que podríamos haber corregido si hubiéramos logrado la permanencia». Pero eso no quita que «estemos tremendamente orgullosos de haber conseguido lo que hemos logrado». El punto de inflexión llegó con el descenso del pasado curso, que hizo que la situación fuera siempre a peor.

La Balona Conquense se fundó con la clara convicción de «contar con jugadores de la capital para darles la opción de jugar en un equipo de su ciudad». Un club que abrió las puertas a todos los conquenses que no tenían equipo o que salían de la etapa juvenil, «para que pudieran seguir disfrutando del fútbol». Al principio fue así, aunque con el paso del tiempo la llegada de efectivos se truncó. Tanto que ha supuesto un quebradero de cabeza para encontrar piezas de un puzzle que se ha ido «resquebrajando».

Nostalgia. La renuncia a la competición y por tanto la clausura del club se produce con «nostalgia», pero también con la «cabeza bien alta porque hemos hecho siempre las cosas bienb». Fabián Gómez recalca que «nunca hemos tenido ningún problema con ninguna institución y club» y asegura con rotundidad que «siempre hemos realizado todos los pagos». 

Tanto es así, que el presidente de la Balona Conquense explica que la decisión «no llega por motivos económicos, todo lo contrario, porque estamos totalmente saneados». Han hecho los cauces oportunos para asumir la sanción que impone la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha por retirarse e incluso recibirán la parte proporcional de las subvenciones que les corresponden de las instituciones públicas.

Fabián Gómez, que no ha pegado ojo durante muchas noches en estos cinco años y medio, señala que antes de hacer pública la triste noticia, «decidimos reunir y comunicar a nuestros jugadores el pasado lunes por la tarde que habíamos tomado la decisión». Y es que «es difícil afrontar cada jornada con pocos jugadores». El máximo mandatario manifiesta que «soy el principal responsable» y agradece el «esfuerzo desinteresado que han llevado a cabo muchas personas para que saliera adelante este proyecto». 

Futuro en el aire. El presidente de la Balona Conquense incide en que «la institución seguirá registrada, aunque no pertenezca a ninguna federación» e incluso va más allá y deja la puerta abierta a que en un futuro «puede que podamos competir en otra disciplina». Gómez asegura que la Balona Conquense seguirá siendo parte de la sociedad conquense. El paso del tiempo dirá si volverá a brillar de nuevo su escudo algún día.