El grupo de teatro Sesparke vuelve este sábado a los escenarios de Tarancón. A través de las diferentes categorías en las que se divide esta agrupación teatral, deleitarán al público desde las seis de la tarde con tres obras interpretadas por niños y jóvenes. Conchi Zarco, directora de Sesparke, detalla que las obras que realizan anualmente tienen una doble función, las de entretener y, al mismo tiempo, impartir valores.
«Siempre intentamos enviar un mensaje al público sobre problemas y circunstancias que nos rodean diariamente», afirma la directora, que centra el mensaje de estas obras en las «mentiras piadosas» que la gente repite, el control parental de muchos padres con el futuro de sus hijos y una versión de la obra El flautista de Hamelín, con el que quieren destacar la importancia del valor de la palabra.
Cerca de medio centenar de personas entre actores y colaboradores organizan estas obras de las que Zarco subraya el compromiso del grupo de mayores, así como el disfrute en el teatro de los más pequeños de la agrupación. «En general, les veo con mucha ilusión y ganas, si hay algún error, sobre todo en los pequeños, se supera con mucha gracia», apunta la directora de los jóvenes que, o bien están comenzando, o bien se están asentando, en lo que denomina como «la bonita aventura vital que representa el mundo del teatro».
Además, señala que aunque estas obras representen el final del curso, la programación en Sesparke continuará con la organización de su escuela de verano y con la mirada puesta en las carrozas tradiciones de las fiestas patronales en septiembre. «Los chavales dan el ciento por mil de lo que hacemos, la gente tiene que valorar cómo compaginan los estudios con involucrarse con la vida cultural del municipio», afirma.
Un grupo con cantera. Una de las muchas características que tiene este grupo es el relevo entre sus integrantes, que van enseñando a los recién llegados las dotes teatrales que adquirieron durante estos años. Sylvia Díaz, como coordinadora del grupo de mayores de entre 12 y 16 años e integrante del grupo desde hace diez años, resalta la «buena energía» en el ambiente, así como las sinergias por la cercanía de edad. «Le ponen mucha ilusión porque al final el grupo va más allá del teatro», apunta por la confianza generada entre los miembros. Del mismo modo, Carla Becerro, coordinadora de los más pequeños, subraya la motivación que asegura ver en ellos durante todas las actividades que desarrollan a lo largo del curso.
Por su parte, Lara y Ángela, como portavoces del resto de compañeros, muestran la «alegría y el entusiasmo» de explorar su lado más artístico a la par de poder disfrutar de la compañía con sus amigos en el grupo afianzado como actual referente del teatro juvenil local.