Nervios a flor de piel. Para muchos es un mero trámite, especialmente para quienes ya han sufrido esta tradicional e imprescindible prueba de acceso a la universidad, pero aquellos que tienen hoy, mañana y el jueves, cuatro, cinco o seis exámenes por delante, es uno de los peores tragos de la vida académica. Es repetitivo escuchar que se trata de una tarea fácil, pero los protagonistas de cada año no piensan lo mismo. El agobio acecha.
Eso sí, a estas alturas, la suerte está echada. María Contreras, Miriam Caballero, Aarón García, Marta García y Jaime Gallego son solo una pequeña representación de los cientos de alumnos conquenses que acuden estos días a los pupitres para enfrentarse a pruebas de asignaturas de Lengua y Literatura, Inglés, Filosofía, Historia, Economía o Matemáticas, dependiendo de la elección de cada uno y del camino profesional que quiere emprender el día de mañana. El objetivo es sacar la mejor nota posible para así entrar en las carreras universitarias que desean y allanan su salida al mercado laboral.
María Contreras y Miriam Caballero, ambas del IES Santiago Grisolía, confían en hacer un buen papel. Las dos han cursado el Bachillerato de Ciencias Sociales y quieren cursar el Grado de Derecho aquí en el campus universitario conquense. La primera de ellas destaca que «necesitas constancia»para hacer los seis exámenes que tendrá por delante, pero subraya que «luego no es para tanto, aunque cuesta preparárselo». Los nervios le invaden, al igual que a su compañera Miriam, que asegura que son muchas personas las que le han dicho que «es más fácil de lo que pienso», pero es que en realidad es «difícil afrontarlo con calma». Es necesario un gran ejercicio para mantener la compostura.
En la misma línea se manifiestan tanto Aarón García como Jaime Gallego, ambos alumnos del IES Alfonso VIII. Los dos han seguido una rutina de estudio de mañana y tarde, tanto en la biblioteca como en casa. Aarón aspira a sacar «la mejor nota posible» para iniciar el Grado de Economía aquí en la capital, mientras que Jaime tiene que luchar como sea para superar el corte para entrar en algún grado de Ciencias de la Salud o Biología. Aún «no tengo claro qué quiero estudiar, por eso tengo que sacar la mejor calificación posible», apunta. Los dos no tienen ninguna superstición y confían en sus posibilidades para tomar el bolígrafo y plasmar el contenido que retienen sus mentes.
Marta García no es menos. Es alumna del IES Pedro Mercedes y también está citada a esta Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU). Esta estudiante, que sueña con cursar un doble grado de INEF y Magisterio, detalla que preparar estos exámenes es el resultado de «una semana y media de repaso», que culmina con «poner en práctica todo el temario del año». Y es que la materia en la que se examinarán será sobre todo lo que han visto en el presente curso. Podría parecer sencillo, pero es que «hay que retener mucho temario en poco tiempo, en menos de dos semanas», que es el margen que tienen desde que se gradúan hasta que entran por el aula.
Los cinco han seguido una rutina de estudio y han sufrido un mismo enemigo: el móvil. Una «tentación constante» a la hora de hincar los codos. Algunos han tenido que «apagarlo durante varios días», como es el caso de Marta, o directamente «venirme a la biblioteca sin traerlo conmigo», asegura Aarón. En estos precios momentos los nervios crecen porque los estudiantes ya esperan que sean citados en voz alta para entrar a clase. ¡Suerte!