Arte nazareno en forma de cartel

Leo Cortijo
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Los carteles 'semanasanteros' dan de qué hablar en aquellas ciudades donde la Pasión se vive de forma especial. Para gustos, los colores...

Arte nazareno en forma de cartel

No hay semanasantero que se precie que no tenga su particular punto de vista en relación al cartel. De hecho, comentarlo y enjuiciarlo se ha convertido para cualquier conquense en norma por estas fechas... Es toda una tradición. Con los amigos en la barra del bar, con la familia en una sobremesa o en el trabajo con los compañeros. Da igual el escenario y la compañía escogida. Desde que se presenta la obra hasta que el Domingo de Ramos sale el primer paso, prácticamente no se habla de otra cosa.

Como ocurre cuando se somete el arte al veredicto de la opinión pública, juicios hay para todos los gustos. Y no solo en territorio coquense, esto es algo muy extendido en aquellos puntos neurálgicos nazarenos de la geografía. Y si no, que se lo pregunten a los cofrades sevillanos, que han visto cómo su cartel generaba ríos de tinta y minutos y minutos de radio y televisión. Aquí también hemos vivido situaciones similares. Algunas obras de la colección que atesora la Junta de Cofradías han generado unanimidad, para bien o para mal. Todos recordamos algunos ejemplos... Al final, lo importante es que este arte nazareno no caiga en el olvido y que, guste más o menos, cada cofrade extraiga de él las lecturas que considere. 

En La Tribuna hemos querido recoger la cartelería anunciadora de las principales semanas santas de este año para poder analizar en conjunto todas las obras. Se ha hablado mucho del de Sevilla y conocemos ya de sobra el de Cuenca, pero no podemos pasar de largo el cartel-escultura de Málaga, obra de Ángel Sarmiento, que proyecta la ilusión de unos monaguillos en tres dimensiones. La sobriedad se deja notar en las semanas de Pasión castellanas de Zamora y León, con piezas regias y de tonos oscuros, pero llenas de profundidad, la primera de Teresa Álvarez y la segunda de Manuel López. Granada, por su parte, apuesta por una contundente instantánea del fotógrafo Pablo Córdoba y con Jesús de la Paciencia como protagonista.