La escritora María Fraile Yunta cambia de registro en su segundo libro, que lleva el título de Verde y Malva (Ediciones Platero Coolbooks). Se trata de un conjunto de relatos en el que se desnuda emocionalmente y transmite un mensaje humano con historias situadas entre principios y mediados del siglo XX en donde predomina la ambientación rural.
En estos relatos, María Fraile trata temas como la nostalgia, la importancia de las raíces y los lazos familiares, el temor a perder algo muy querido, la infancia o la primera juventud. «En muchas ocasiones la vida nos pone en la tesitura de dejarnos a arrastrar por todo lo que hay a nuestras espaldas, que amamos y lo que forma para de nuestro pasado o lo que la vida nos trae», explica.
Los ocho relatos del libro son independientes, escritos en momentos distintos, pero que tienen cosas en común. «Las historias las tenía escritas y en principio no estaban asociadas unas con otras, pero al plantearse la publicación me sorprendí porque vi que en todas había elementos en común, más allá de la ambientación».
La escritora es natural de Carrascosa del Campo, donde reside, y con Verde y Malva también hace una reivindicación del mundo rural. Apela a que se preserve, porque «nos aporta calidad de vida y cosas muy importantes». María Fraile es doctora en Historia del Arte, y eso se nota también en el libro, porque «mi relación con el mundo se desenvuelve en un mundo plástico». Un ejemplo está en una portada con la que se siente completamente identificada. Hay dos colores: el verde y el malva. El verde, que también predomina en la cubierta del libro, «es el color de la vida» y al mismo tiempo, «cuando llegan determinados momentos, nos hace mirar al pasado». En cuanto al malva, explica que «es un color nostálgico, que nos induce a la melancolía». Por eso, bajo la ele de la palabra malva, cuelga un reloj que alude al paso del tiempo.
La publicación de Viaje Lunar, su anterior libro, proporcionó a Fraile «experiencias maravillosas y ha sido un camino precioso», que tiene su continuación con Verde y Malva, pero que no se acaba ahí. Ya trabaja en una novela «ambientada en un pasado no muy lejano y que tiene que ver con el mundo del arte». Escribir es casi una necesidad para Fraile, porque «me he dado cuenta de que cuando pienso en crear, en plasmar historias, es algo que me hace feliz y me llena».