Son multitud los vecinos de la localidad que dedican parte de su tiempo a contribuir para hacer de Tarancón un lugar mejor a través de las diferentes asociaciones presentes en la ciudad. El colectivo protagonista de esta historia se caracteriza por sus pequeños amigos de cuatro patas y largos bigotes que reciben con cariño a los diferentes visitantes que se acercan al refugio animal ubicado junto a los huertos urbanos. 

La asociación Vida Gatuna, compuesta en la actualidad por cerca de una decena de voluntarios, lleva tres años velando por el bienestar de los múltiples gatos que, por desgracia, son abandonados en la localidad y que, cada año, afirman, ir en aumento. Javier Fernández, coordinador de la asociación, detalla las principales características de este aumento de tendencia, haciendo un llamamiento a la concienciación ciudadana. «Es un área del que aún falta mucho trabajo de base, con los perros se ha conseguido, pero con los gatos se ha normalizado», afirma Fernández, que señala la falta de información y los valores al cuidado animal como los principales factores que hicieron aumentar el número de gatos callejeros a cifras que oscilan entre los 600 y 800.

«Tarancón empezó tarde a trabajar en este asunto, pero esperamos poder revertir la curva, son números muy elevados para un municipio de este tamaño», indica el coordinador. Arroja luz de esperanza con proyectos como el nuevo refugio ya en construcción junto al Punto Limpio o las diferentes actividades de sensibilización y apertura de puertas que realizan en estos meses desde el colectivo.

La concejala de Medio Ambiente, Elisa Sánchez, asegura al respecto para La Tribuna, que el nuevo refugio, presupuestado con cerca de 20.000 euros, contará con una nave prefabricada de cuarenta metros cuadrados más el recinto vallado para poder tener «en las mejores condiciones posibles» a los gatos de los que la asociación se encarga en esta labor altruista

Los motores. Sin lugar a duda es el gesto desinteresado de algunos vecinos de la localidad lo que hacen que los gatos puedan tener no solo la atención básica para asegurar su supervivencia, sino el cariño y amor que tanto ansían tras las dificultades y peligros de haber vivido en la calle. Eva Solera, voluntaria desde hace varios meses, explica algunas de las dificultades que se encuentran en el día a día de la asociación, como es la falta de personal o de una mayor inversión económica. «Con el volumen que tenemos haría falta en torno a 14 voluntarios», afirma Solera, agradeciendo las aportaciones depositadas por los taranconeros y amigos de los gatos, tanto de forma material como económica. Uno de los diferentes métodos de aportación es Teaming, una plataforma con la que se ayuda con tan solo un euro al mes y en la que cuentan con más de 70 personas.

Mismo mensaje lanza Inma Gimena, una de las últimas incorporaciones en el colectivo, que destaca las diferentes acciones centradas en que las personas conozcan al grupo. Como las jornadas de puertas abiertas, la presencia en el mercadillo o un «evento gatuno solidario» este domingo a partir de las diez y media en el refugio. Unas acciones llenas de amor y las mejores intenciones, esperando mejorar las adopciones y apadrinajes de estos amigos felinos tan maltratados durante una etapa de su vida.