El gremio de la panadería aúna tradición e innovación. Aunque, con un mercado cada vez más exigente y unos consumidores demandantes, es importante participar en cursos para introducir nuevas herramientas y técnicas, que permitan a los panaderos mejorar su oficio, diversificar sus productos y aumentar la eficiencia de sus negocios. Están siempre con las manos en la masa y no dejan de trabajar cada noche, dedicando además luz del día a formarse aún más con el fin de ofrecer un manjar encima de la mesa.
Si bien es cierto que estos profesionales tiene un margen de mejora reducido porque desempeñan una labor encomiable y sus panes están como para chuparse los dedos. De esta manera, la Asociación Provincial de Fabricantes y Expendedores de Pan de Cuenca (Afepan) vuelve a promover por noveno año consecutivo un curso de formación dirigido a los profesionales del sector para que puedan adquirir técnicas modernas y aplicarlas, al mismo tiempo, en el desarrollo de sus productos cada día.
En esta formación, que empezó el lunes y acabará esta tarde, se imparten aspectos fundamentales como son la elaboración de prefermentos y masas madre. Precisamente, los panaderos han conocido en esta ocasión «los diferentes tipos de prefermentos, biga, poolish, esponja, cucharón o masa vieja, abordando también los tipos de masa madre y sus efectos sobre el pan», tal y como apunta el formador Florindo Fierro, que lleva ya cuatro años seguidos dirigiendo estas sesiones en la capital. Además, este encuentro entre profesionales también es una oportunidad para «reflexionar entre todos, compartir impresiones y explicar situaciones empresariales de cada uno, así como un espacio donde marcar las líneas hacia donde va la panadería».
Las técnicas de frío en panadería también son objeto de estudio, enseñando aspectos como la fermentación controlada, retenida en bloque o retenida en pieza formada, así como las fermentaciones largas a bajas temperaturas. Para finalizar se trabaja el doble horneado.
Florindo Fierro destaca que el pan artesanal es «salud», que es algo que «no se ve a simple vista, pero que, evidentemente, está ahí», principalmente porque «se ha dedicado un tiempo en su elaboración». Además, este experto recalca que el producto artesanal es «muchísimo mejor» que cualquier otro. El formador de panaderos recalca que estas formaciones «vienen muy bien a todos los participantes» y asegura que «nos lo pasamos además muy bien entre todos».
Por su parte, el presidente de Afepan, José Antonio Barón, explica que «siempre es bueno reciclarse y participar en estos cursos porque te permiten conocer nuevas técnicas». Al mismo tiempo, Barón incide en que el curso «es muy dinámico, elaborando panes de diferentes tipos, como por ejemplo de nueces o aceitunas». Estas acciones son una «bendición» y también «un encuentro para generar sinergias entre todos los panaderos».
Los cursos de panadería modernos son una inversión crucial para cualquier panadero que busque mejorar su oficio y mantenerse competitivo. Al aprender a utilizar herramientas de vanguardia y técnicas avanzadas, los panaderos pueden aumentar su eficiencia y diversificar su oferta de productos. En un mercado en constante evolución, estas habilidades son fundamentales para el éxito y la satisfacción del cliente.