Con el desgaste físico y emocional después de un fin de semana intenso en Tarancón con los días grandes de sus fiestas patronales, muchos vecinos y colectivos de la localidad no descansan para hacer de esta semana una de las más especiales del año. Unos días en los que uno de los ingredientes principales es la multitud de taranconeros que desinteresadamente contribuyen para preservar la esencia de las tradiciones de su municipio contribuyendo en multitud de actos.
José Luis Saiz, más conocido por su apodo popular de 'el Tigre', es uno de esos «taranconeros de pro» que están detrás de muchos de estos actos. En su caso, es el responsable de prender la llama del chupinazo que marca el inicio de fiestas y que siempre está protagonizado por algún colectivo o asociación de la localidad. En esta ocasión, nuestro protagonista jugó por partida doble al formar también parte de la Agrupación Musical Nuestra Señora de Riánsares, encargada este año de dar el pistoletazo de salida a las fiestas por su centenario. Además, el hombre recuerda con mucho cariño a este colectivo al que pertenece desde hace varias décadas y que fue cuna tanto de su desarrollo cultural en el municipio como de su vida social, momento en el que se le impuso el conocido apodo por las barbas y peinado que llevaba antaño.
En esta ocasión, 'el Tigre' hace memoria de todo su recorrido durante estos años con una «buena nostalgia». «Ser el encargado de preparar este acto me llena de un orgullo tremendo», señala José Luis sobre un papel en el que lleva más de 30 años y por los que ha visto pasar a numerosas asociaciones, grupos y alcaldes, pero donde siempre está presente. Una afición que arrancó desde que era pequeño y que siempre estuvo presente en su vida. «Yo soy un amante de la pólvora desde que era un crío. Primero me regañaba mi madre, luego mi esposa y ahora mis hijos», confiesa el hombre que, a pesar de haber sufrido un accidente pirotécnico que le dejó parte de la mano paralizada, nunca abandonó su pasión siendo siempre consciente de las precauciones que se deben tomar.
Una afición que ha sabido compaginar siempre con diferentes inquietudes culturales y que materializó perteneciendo a colectivos como la peña El Mosto, en la que este año cumple 40 años, y por la que se convirtió en un referente comarcal. «He estado en varios pueblos de la comarca con mi afición a la pólvora e incluso participé en desfiles y actos públicos», señala el entrevistado que recuerda incluso su aportación en algunos desfiles de fiestas o de carnaval donde no pudieron faltar sus petardos. «Contribuir con tu pueblo y con tus tradiciones es una tremenda ilusión en la que deberían involucrarse más personas», señala este amante de la pólvora.
Acción ininterrumpida. Con sus más de tres décadas al frente de la labor de arrancar las fiestas de Tarancón y con su activa participación en los diferentes colectivos del municipio a los que pertenece, José Luis no se plantea «ni por asomo» retirarse. «Recuerdo que cogí el testigo del policía municipal que antes se encargaba de hacer esta tarea, de momento no se ha puesto alguien y pienso seguir al pie del cañón todo lo que la vida me permita», apunta 'el Tigre' que, aunque con el desgaste de los años y de la intensa labor durante estos días festivos, no piensa cesar en conservar los «dos amores» que tiene, la pólvora y su pueblo. «He conocido a muchísima gente en estos años y eso también te llena por dentro, ver el cariño que te tienen tantos vecinos es muy emotivo», indica el taranconero.
Tras la emotiva reacción de las miles de personas que coreaban 'Tigre, tíralo' en la Plaza de la Constitución motivadas por el grito del alcalde al inicio del Galopeo, espera poder seguir al frente de esta tarea muchos años más motivado por estas reacciones que llenan el corazón de nuestro entrevistado y que le motivan para seguir contribuyendo por el mantenimiento de las diferentes tradiciones. «Hay que seguir apostando por el pueblo», señala 'el Tigre' como motor principal para mantener la esencia de la ciudad.