Emblemas de la bandera conquense

Redacción
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Sergio Galán, Pedro Miota y Daniel Moset representan a la Cuenca taurina en San Julián

Emblemas de la bandera conquense

Estar anunciados entre los mejores es un motivo más que justificado de alegría. Los principales referentes de la Cuenca taurina ven impreso su nombre entre las figuras en una Feria de San Julián que les responsabiliza e ilusiona. El baluarte más destacado de la actual tauromaquia conquense es el rejoneador Sergio Galán. El taranconero regresa al serial capitalino y eso supone «una inyección de moral porque, al final, es mi tierra y uno siempre anhela estar ante sus paisanos; es una de las citas más especiales de esta temporada». De una tarde así, en un cartel «redondo», espera que «la gente se divierta, va a haber muchísima competencia y hay muchos alicientes para que las cosas salgan rodadas». A esa «motivación extra» y a la «experiencia de los años», Galán suma el «gran momento» que atraviesa su cuadra de caballos. 

En otro 'palo' bien distinto, como es el de la crianza del toro bravo, Pedro Miota asegura sentir la «presión» de repetir comparecencia después del sobresaliente éxito del año pasado: «Estar a ese nivel es casi imposible, pero aún así las expectativas son altas y estoy muy esperanzado». El ganadero valora el esfuerzo de la empresa por incluir la becerrada como «claro pensamiento de futuro», así como el que un hierro conquense también sea protagonista esa tarde, ya que «es importante que hagamos patria entre nosotros». «Busco que la ganadería, con el tiempo, sea un referente en la feria y que el aficionado la busque y quiera venir a verla», añade antes de rematar con las líneas maestras de lo que será su encierro: «Una becerrada fuerte y exigente, toda criada en casa... 'made in' Pedro Miota».

El último eslabón de esta cadena con aires conquenses lo persofinica Daniel Moset, uno de los novilleros sin picadores más ilusionantes y que participará en la clase práctica que cerrará el ciclo. «Es un privilegio volver a estar en mi ciudad, estoy mentalizado y contento», relata este joven, que siente «algo especial». «Torear en casa es una maravilla, es una de las fechas marcadas en rojo en el calendario; es clave que nos den este protagonismo a los novilleros para que demos de qué hablar». ¡A por ello, paisanos!